Dead Can Dance
al menos
los cuatro integrantes presentes, tienen miradas que hacen eco en este
pacífico cuarto azul en un estilo casi surreal. Miradas que atraviesan con
absoluta convicción: Miradas que son en realidad puertas del alma.
Dead Can
Dance hace música "Soul" – no en el sentido estricto del género, no del todo - pero su música en realidad conmueve, trasciende
superficiales pretensiones de otros grupos a través de una simple, irremediable
honestidad… porque en realidad expresan ese deseo incandescente. Aquello se
refleja en sus miradas.
Aquí no
existe indicio de infundada ambición, solamente una completa motivación
espiritual: Me sorprende cuán conscientes son del progreso de su música,
de la dirección que toman… ¿Saben lo que están haciendo?, temo que esta sea una
pregunta muy vaga e indirecta.
LISA
GERRARD (voces): No es
indirecta – es una pregunta muy importante porque desea saber si eres un
completo esclavo de tu trabajo o qué priorizas: Si estás
preparado para dar todo de ti y ser guiado por tu creatividad.
Ahora,
si haces algo y dejas que tus influencias te dirijan o detengan, no estas
siendo honesto. Pienso que en realidad eres un esclavo, solo un instrumento, es
así en todos lados: a donde vayas está la música. Ahora, existe música afuera y asimilas eso a través de otro lenguaje. Puedes dar o recibir placer a
través de la música.
¿Es como
una tormenta, no es cierto? Es como enamorarse u observar tras la
ventana un paisaje muy impresionante, natural y fuerte: es solo una
TORMENTA que persigues, tan amenazante y auténtico.
¿Y eso
es Dead Can Dance?
PETER
ULRICH (Batería - Percusión): Como una filosofía de lo que hacemos, sí, pero creo que a un nivel más
práctico. Si tu pregunta apunta a cómo se desarrolla la música; yo lo veo como una
prolongación de la exploración de los instrumentos que usamos, mejor que
escribir solamente canciones que siguen fórmulas del pasado: modelos de ritmos
y secuencias de acordes, ese tipo de cosas. Exploramos una variedad de
instrumentos (como el yangqin
o dulcimer que toca Lisa), distintos instrumentos de
percusión que hemos tenido en nuestras manos en distintos sitios: dejando que
las cosas se desarrollen y buscando nuevos espacios… distintos niveles de sonido.
La
búsqueda comenzó en 1981 en Melbourne, Australia, aunque solo Lisa Gerrard y
Brendan Perry (voces, guitarra) quedaron de la formación original. En
1982, ya en Inglaterra se unió Peter seguido por Scott Rodger (bajo, quien no se acercó al micrófono) junto al
sonidista y viejo amigo de la banda, James Pinker, llegando a convertirse casi
en integrante oficial.
Con lo
demostrado en su álbum epónimo “Dead Can Dance”
(4AD, 1984) más una serie de conciertos, su música alcanzó una cercana
sensación de equilibrio, fluido y coloreado. Es una cascada de etérea y
desbordante pasión; la particular naturaleza de sonidos que se disuelven para
crear nuevas y variadas atmósferas: para explorar formas de significado, grados
de sensibilidad. Con frecuencia ejecutando sus instrumentos, sus roles no
están claramente definidos como lo aparentan: Esa flexibilidad es una
característica compartida solo por algunas bandas preciadas… otra, es su
completa actitud.
DEJA QUE LA MÚSICA TE GUÍE
Lisa y
Brendan quizá concuerdan en que la complacencia de Melbourne y la pesada rutina
del circuito de conciertos fueron en cierta medida la causa de un eventual
viaje a Inglaterra, pero las razones eran menos claras y más “irracionales” que
estas: “Si vemos hacia atrás, es difícil saber por qué vinimos”. Lisa añade “…
Fue una aventura … intuyes qué sucederá, porque en Australia tienes la idea de que
estás en esta isla flotando hacia algún lugar más en el universo, piensas: Solo tengo que ir. Sientes esa fantástica desesperación por irte y ver…”
¿Así
que Dead Can Dance ha continuado lo dejado en Australia?
LISA: ¡Oh sí!. Era inevitable que sucediera. El
hecho que Brendan y yo permaneciéramos juntos y continuemos aquellos primeros
doce meses aquí y luego partiéramos pasando por grandes momentos dolorosos, creo que habría sido difícil destruir nuestra relación musical. Fue muy
difícil, era todo lo que teníamos. Si no lo hubiéramos hecho… no lo sé…
Aquel
primer año en que Brendan y Lisa tuvieron que vivir en un alojamiento en Poplar
(Inglaterra) con vista a una fábrica de químicos debió ser muy desolador.
Brendan concuerda, “Al menos durante ese año de inactividad tuvimos una
visión”.
Cuando aquella Visión deviene en algo maravilloso e inspirador
como “Threshold”, es obvio que el propósito de esa Visión es la Emoción:
PETER: Al conversar con personas cercanas o amigos,
ellos manifiestan un tipo de respuesta emocional. No solo dicen “vaya, qué gran canción”, sino que además tratan de explicar lo que sintieron al escucharlo.
LISA: … lo que les hizo sentir. Sabes, las
personas pueden llegar a ser tan insensibles consigo mismas, se llegan a
olvidar y es maravilloso si tú puedes ayudar a alguien a sentir. Sentir su
propia presencia o la presencia de las personas a su alrededor. Realmente es
muy importante, especialmente en las grandes ciudades y ambientes donde las
cosas son tan insensibles a la vista. Ellos realmente necesitan eso: algo que
roce los sentidos.
Tienes
que lograr que las personas se envuelvan con la música. Siempre has mantenido
algo que proviene de algún plano y creo que es el lugar más importante
para que la música se exprese, realmente ayuda a las personas. La gente llega a
ser tan insensible.
Es muy triste, es terrible. Puedes ayudar,
puedes compartir esto a través de la música. Si tu puedes alcanzar esto, si
puedes enternecer algo o hacerlos sentir solo un poco de calidez o vida o fe o
algo, has alcanzado tu propósito.
¿Así
que quizá la música es una vía de escape hacia la realidad?
BRENDAN: Es un reflejo de la realidad.
LISA: No es un escape, es lo que realmente es, es
lo que realmente existe. Sé a lo que te refieres y es verdad pero realmente no
estás escapando: Es solo el lugar equivocado. Solo te has matizado en un tipo
de ambiente que es totalmente innatural para ti, totalmente equivocado para ti
y la música es solo VERDAD… es REAL. Creo que eso te hace dar cuenta que las
cosas alrededor tuyo están equivocadas, tan equivocadas y desequilibradas para
ti, lo cual explica el sentir de las personas que han vivido en un ambiente
como este por mucho tiempo... Ellos ODIAN la música – ellos escuchan
música y no les importa cuán dulce es. Es música de la cual sentirán
disgusto porque los hace ver cuán falso es para ellos su propio ambiente y
llega a ser tan perturbador para ellos: Ellos escuchan algo de música y es como
si todas las cosas que han perdido estuvieran llamándolos… Es terrible… Es
trágico.
Es excelente ver que la música es la forma más pura y auténtica, lo atribuyo a Dead Can Dance, al hecho de permitir que su música nos conmueva. Sin embargo, ellos deben transitar a través de la maquinaria superficial de la industria: Por supuesto, es el ambiente más insignificante e innatural en el cual existir. Han sufrido por esto y lo seguirán haciendo.
Los Dead Can Dance concuerdan y discrepan:
PETER: Es terrible esta situación pero no es lo esencial; me refiero a la esperanza de encontrar nuestro camino, lugares donde podamos trabajar y que las personas entiendan lo que estamos tratando de hacer. Así que un eventual producto, ya sea una grabación en vivo o estudio o lo que sea, es lo mejor que podemos ofrecer.
Peter sugiere que la música debe ser esencialmente distinta a lo que se escucha diariamente en la radio.
LISA: Nada de esto o aquello, simple y llanamente
haces música. lo que ocurra más allá, siempre y cuando se haya compartido
lo correcto y no haya sido aprovechado… Creo que la música no se contamina si
eres honesto.
BRENDAN
es más cauteloso; a su parecer la música actual transmitida en la radio es
artificial y cliché, su esencia predecible y trivial: existe por razones
evidentes a lo abiertamente comercial, concluye: “Creo que la única forma en
que seremos realmente aceptados en la música popular (en el sentido de sonar en
la radio) será posible si la música se entrega al gusto mainstream
(oficial), lo cual dudo se concrete.
LISA: ¿Estás diciendo que hemos perdido
completamente la fe en las personas, que ellos ya no pueden escuchar ni
referirse a la música?
BRENDAN: No… No… Estoy diciendo que se da porque la
sensibilidad de las personas es limitada, porque ellos consideran a la música
como placer.
LISA: ¿Y no crees que si las personas escucharan
algo de nosotros o de nuestros amigos aunque fuera simple, bello y
auténtico; acaso no tendrían una reacción?
BRENDAN: Ciertamente ellos responderían, puedo darte
un ejemplo: Hacemos una canción, la cual considero una bella pieza musical. Las
personas que tengan esa actitud lo verán como algo amenazante, melancólico y
fatal, cuando de hecho para mí no lo es. Me pregunto por qué y les pregunto por
qué y ellos no pueden explicarlo.
En
efecto, así es. La VIDA más allá del adaptamiento musical: Todo lo que Dead Can
Dance pide son corazones abiertos, aquí está la belleza ¿Por qué nos
resistimos?
ZIGZAG
Magazine. Mayo de 1984
Entrevista
en idioma original aquí
Dead
Can Dance
Fotografías:
Fabrizio Arletti
Concierto
en vivo Palazzo dei Congressi Italia 88´
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