PRIMER ENCUENTRO CON LEZAMA
Llevo un sol en mis bolsillos
pero ya no tengo nada en mí
no puedo soñar cantar pensar en cosas concretas
no puedo soñar cantar escribir ese poema para ti mi gatita
arañándome
el hombro
y mis vecinos me tienen controlado
me ven llegar como una peste
y hablan de mí
entre comillas soy el ocioso el paria el que llega tarde en
la noche
y corro por estas calles de Lima
buscando recordando a Vivian
cayéndome en pedazos consumido por mí mismo y tu no hacías
nada
por mí,
viejo Lezama, estás ya viejo, pero te guío por estos
sitios
Vivian solía aparecer desnuda con sus enormes muslos de
cedro
y mira acá esta foto: es Jericó devastada por el mal uso de
los sebos,
por la droga,
las flores de plástico
y sal un poco de tus paginas, de esos aires, Lezama, sé que
el asma es
tu paraíso
pero comparando nuestros árboles, nuestra sana manera de
tendernos
en la yerba
yo habito más que el infierno
y debo caminar pudriéndome por quedar bien contigo mientras
vamos
paseando por Tacora
entre prostitutas y ladrones
que no logran robarnos nada porque nada tenemos pero
tenemos
hambre y
comemos ciruelas
y corremos fugándonos sin cancelar la cuenta
y otra vez estamos en la plaza San Martín frente al caballo
inmovilizado
por las
cámaras de los turistas
sin saber dónde ir ni qué ómnibus tomar
sin saber cómo ni cuándo apareciste en Lima sorpresivamente
como
esas pocas
lluvias que llegan para lavamos de la duda
y ahora estamos contigo en el café Palermo
ahora ya puedo decir que tus palabras huelen a manzano y
los
manzanos
son gente sencilla que ignora el uso de la palabra
gente que
ignora
el mal uso de la palabra
ahora sé que nada se perdió
y aprendí que el verso más claro está garabateado sobre la
pared
de los
baños
y voy recitándolo con voz sonora en medio de la calle
mientras me alejo y llevo a Lezama prendido como un laurel
sobre
el ojal de
mi camisa
yo no
quiero brillar con esa intensidad de aviso Phillips
yo tengo un brillo en las pupilas
tan claro como el verso más claro que ahora voy gritando
por estas
páginas
sórdidas
y somos arrojados uno al lado de otro sobre esta gran
ciudad caminan
un par de
iguanas
reptando y comiéndose la luna
uno más joven que el otro
uno más flaco y pálido y callado y con las alas cortadas
por la
rutina de
estar continuamente dando batallas a la rutina
dando vueltas
y más vueltas encima de los cables
otra
vez solo
sin nadie con quien cruzar unas palabras, una idea,
y los ojos están ardiéndote,
todo lo que miras es alcanzado por el fuego,
como en la hora del Juicio Final,
he llegado a mí después de haber gritado en las praderas
porque
todos huían
de ti pero ya tu habías huido de todos
y el corazón te quema más que un buen vaso de brandy en el
estómago
más que todos los fogones ardiendo juntos de noche sobre
los campos,
el corazón es mi palabra y más que mi palabra soy yo
ardiendo de
noche sobre
los corazones que aún no han conocido el
amor
y están desesperados gimiendo arrancándose los cabellos.
SEGUNDO
ENCUENTRO CON LEZAMA O PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A EN LOS MACETEROS DE LA SUCIEDAD
Otra
vez perdido esta noche.
Temblando y con la mirada arrojada como uno de esos
fantasmas
roídos por un diente de luz
bebiendo embriagándome contigo en los cafetines de
Huérfanos
viejo
corsario oculto detrás de los semáforos
son más de las doce y caminamos pisando este cielo
de golondrinas
agitándose
entre
lo que tú tratas de decirme
y lo que en realidad me dices
porque
ya nada se agita más acá en el silencio
y nada huele más limpio que los sueños de una muchacha
desesperada
nada más limpio este verano esta vida esta precisa forma
de coger los guijarros de la madrugada
cuando ya sin amigos, sin mujer
voy
caminando perdidamente atado
a los más raros principios
a la vida / a la vida / a la vida
y mi lengua se mueve nerviosamente como ramas frescas
agitadas por un golpe del viento.
¿Qué has hecho de tu vida? ¿qué hiciste con toda la riqueza
depositada en tus mejillas?
Muerte es un verso cuyas ramas se tuercen como un lago
seco.
¿Muerte es un verso cuyas ramas se tuercen como un lago
seco?
Más no podemos ya pensar en nuestra vida enlatada con ángeles
que revientan furiosamente como ese aire de mar, salado y
fuerte,
aventándonos otra vez hacia nuestros propios
remordimientos,
al centro de la noche, entre avisos luminosos que van
rodando
como un camión de basuras embistiéndonos.
Tal vez si yo me
alcanzara
como el cazador que derriba de un tiro millares de alondras
en
vuelo o en pleno vuelo
llegue por fin a descifrar el enigma de la muerte
y
entonces alondra
está herido de gravedad:
alondra deja entrever la maldita posibilidad del silencio
y cada vez más el mundo es un paladar reseco
con la lengua y los sueños refregándose
en el aire,
con frío, a medianoche, el pecho desnudo como un campo
de
huesos y viñas salvajes,
con mi libreta de apuntes caminando entre desconocidos
de
ceras apagadas en los dedos,
pálida gente recostada contra la pared del silencio.
SALMO
Yo vi caminar por las calles de Lima a hombres y mujeres
carcomidos
por la neurosis,
hombres y mujeres de cemento pegados al cemento aletargados
confundidos
y riéndose de todo.
Yo vi sufrir a estas pobres gentes con el ruido de los claxons
sapos
girasoles sarna asma avisos de neón
noticias
de muerte por millares una visión en la Colmena
y cuántos, al momento, imaginaron el suicidio como una
ventana
a los
senos de la vida
y sin embargo continúan aferrándose entre
marejadas
de Válium
y floreciendo en los maceteros de la desesperación.
Esto lo escribo para ti animal de mirada estrechísima.
Son
años-tiempo de la generación psicótica,
hemos conocido todas las visiones de Kafka y Gregory Samsa
pasea
con Omar recitando silbando fumando mariguana
junto al estanque en el parque de la Exposición – carne
alienada
por la máquina y el poder de unos soles
que no alcanzan para leer Alcools de Apollinaire(1).
Recién ahora comprendo mañana reventaré como esos gatos
aplastados
contra la yerba
y las cosas que ahora digo porque las digo ahora
en
tiempos de Nixon – malísimos para la poesía
- corrupción de los que fueron elegidos como padres –
gerentes
controlando
el precio de los libros
de la carne y toda una escala de valores que utilizo
para
limpiarme el culo.
Yo vi hombres y mujeres vistiendo ropas e ideas vacías
y la
tristeza visitándolos en los manicomios.
Y vi también a muchos gritando por más fuego desde los
auto-
buses(2)
y entre tanto
afuera
el mundo aún continúa siendo lavado por las lluvias,
por
palabras como estás que son una fruta para la sed.
_________________
(1)
Unos soles de más o de menos son unos soles
de
más o de menos en las arcas del espanto.
(2)
pero nadie tuvo una luz para aliviar la
pesadilla
para aliviar el horror.
para aliviar el horror.
ARTAUD EN UN VERANO CALIENTE / ENERO
CIUDAD UNIVERSITARIA
8.30
en la C. U.
Ahora sólo tengo tiempo para
gritar
en los
mercados.
Para cinco horas de sueño.
Para
deambular? en una lata de sardinas,
con mi eterna flacura,
como
un escarabajo ahuyentado por la risa
y la alegría de este verano es un sol reluciente
recién acuñado por el Banco
Central de Reserva.
8.30
en la C. U.
8.30 /8.30 /8.30 /8.30 /8.30
Voy a
estallar
POEMA
ESCRITO SOBRE UNA IMPRESIÓN CAUSADA POR DULLE GRIET – UNA PINTURA DE BRUEGHEL
Durante mil o dos mil años habité los mecanismos
de la locura
y he vagado entre yerbas y pintura, con mis recortes
de
Catherine Deneuve
de Raquel Welch desnuda en los
mercados,
junto a los tomates a las
hortalizas
y en latas de conserva para los días de hastío.
Asistí a conciertos de Folk en esquinas solitarias
donde
aún se ignora a la
incertidumbre y ofrecimos nuestras borracheras de estas
noches como lo más perdurable para ti
y para
todos porque afuera
(bajo la lluvia)
los avisos luminosos continúan encendiéndose
como
la soledad
a la entrada del Paraíso.
Por aquel entonces estos versos fueron peatones
y
automóviles atascados
frente al parque Universitario
en la avenida Abancay
y el
policía de servicio
increpándome por no llevar mis documentos,
mi partida de defunción.
Debo
pues lavarme en la jodienda
y cambiar todo este tiempo
huyendo
de los mercaderes
y sus
facturas de compra-venta
y esto por qué,
si finalmente con mis cabellos crecidos (tú me reconociste
en
algún trazo de Giotto)
espanté a la tristeza y puedes mirar una vez más hacia
atrás
sin el temor de la sal
del
cambio de lengua
y mirare también mi rastro entre yerbas y pintura
de
Brueghel
porque esta noche abriré tus sueños
con mi
viejo abrelatas.
PARA
MARÍA LUISA ROJAS DE PELÁEZ
MUERTA EL 21 DE AGOSTO DE 1969 EN CAÑETE
DONDE MORAN A LAS CINCO DE LA MAÑANA EN EL ESTANQUE LOS ÁNGELES DE JERICÓ
MUERTA EL 21 DE AGOSTO DE 1969 EN CAÑETE
DONDE MORAN A LAS CINCO DE LA MAÑANA EN EL ESTANQUE LOS ÁNGELES DE JERICÓ
Ya puse estos versos como ramas de olivo sobre tu tumba oh
mi
abuela
y me tendrás aquí
para siempre – gritando, dando alaridos, llamándote,
prosternado
a tus
maneras,
levantándome, maldiciendo a pesar de las prohibiciones y de
que no
debo
hablar con locos
o pillar frutas en los mercados.
Estaré silencioso estos días como cuando hacia las 4 de la
tarde
cogías
tu alfombra
para continuar tejiéndola con yerbas y ángeles de Jericó y
rojos y
verdes
y dorados.
No fumaré ni saldré ahora a caminar con Mario hablando de
Marx
de la
victoria.
Llegué hasta la tumba donde duermes y duerme una parte de
mis
años,
de mi sueño
y permanezco como brasa bajo la lluvia o bajo el jazz de
las discotecas
escuchando
cantar a Odetta.
meciéndome como la brisa como un murmullo de mariposas
sobre
mis
rodillas,
sobre mi soledad.
Y no quiero estar solitario, no quiero ni puedo.
Tú viajas junto a mí a mi lado y soy la yerba por donde vas
caminando
sin
que se noten tus ojos y tu canto
- en el
patio deliro conversando con lo que eran tus pasos trazados
sobre
la noche
como por la constelación de mis labios sobre la frialdad
del vidrio
que daba a tu rostro en
el ataúd.
y eso era todo o casi todo; yo volando por la ciudad con
mis juguetes,
enardecido
como un ángel, con mis palabras de ángel.
Vi cómo t despediste de mí por última vez aquel día de
agosto
en Tigre cuando te trajeron a Lima a Neoplásicas y yo
recién tanteaba
mi ingreso en la universidad que ahora desprecio.
Toda la mañana de aquel día viajé en ómnibus, sudando,
abochornado,
desmayándome
en los semáforos,
con una sensación de muerte en los labios, con el llanto.
Y eso era todo o casi todo, o nada.
Llegué hasta tu tumba cruzando amplios jardines – perdido
entre
otras
tumbas
y chocándome a cada instante con viejos conocidos de
cabellos de
neón –
amigos suicidas
- parientes parientes venidos a menos después de la lluvia
– devorando
frutas y palabras extrañas en los manicomios,
en el fondo de cuartos que ya nadie recuerda.
Este es Jarry que retorna a tu álbum de recuerdos, a tu
gusto;
cargado
de soledad
y sin sentido, hablando de cosas ininteligibles,
blasfemando
- recíbeme
abuelita soy yo el más engreído.
Agitaste tu mano desde dentro del automóvil, tu último saludo
para mí – adiós al nieto que más querías
y a quien continuaste lavándole pañuelos y camisas aún
cuando ya
te
sentías enferma
a 28 días de tu muerte y mírame colgado en la percha en la
sala
junto
al estante de libros
entre la yerba y los ángeles de Jericó.
Hoy me
levanté temprano y corrí a saludarte porque también toda
palabra es un parque de sueños
palabra es un parque de sueños
y aquí estoy para siempre a tu lado, como las ramas de
olivo que
te
puse ayer en la tumba.
DATZIBAO
De pronto perdí todo contacto contigo.
Ya no pude llegar al teléfono, recordar ese número y llegar
a tu
casa que no
conocí.
Ya no pude volar sobre ti como todos los días a las tres de
la tarde
estas pobres
alas no dieron más
y aquí me tienes ideando estas líneas que reflejan mis ojos
cansados
de ir caminando
con la mente y las manos repletas de
yerba.
Yo fui el primer sorprendido.
La extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho y
corriendo uno
detrás del otro
entre las matas y bancas del parque.
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos y por esto fue
que
conocí tu
ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme
en
tus ojos y amé
todas tus cosas
y tu mirada angustiada y esa seriedad para responderme a
ciertas
preguntas y
cuestiones que nos diferenciaron para
siempre de las personas nacidas antes de 1950
tu maravilloso instinto agresivo desarrollado contra los
males del
tiempo y
portándote como en la más furiosa embestida
en la batalla por un lugar en el taxi que nos alejó miles
de cuadras
más cerca de la
pasión de la vida
hoy miércoles y no otro día.
Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más
que nada
empezar a ser
uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia.
tú por todo lo que para mí reflejabas lo más claro eres mi
sopor
antes de
echarte a gritar por estos sitios malditos
aún después de haber transformado esa palabrita
bestialmente lúcida
en una flor
obsesiva
que yo no quiero acariciar ni comprender el suicidio mi
amiga es
una espera
maldita.
como puede ser aguantarnos un par de horas más en el parque
en
medio de un
viento furioso que pugna por arrancar de
raíz lo más
nuestro de nosotros
y tú junto a mí convertida en mi aliento escuchándote
aprendiendo
de ti a la Molina no voy más esa canción negra
arde en
mi pecho, me
aplasta, levanta, avienta a decir no
contra
todo.
Cada uno recuerda su primera caída.
Cada uno recuerda paso por paso los pasos que fue dando y
los
que no dio
porque en uno mismo está el propio enemigo.
Y yo me levanto para luchar contra mí - y me tengo miedo.
Lo perfecto consiste en desabotonarnos el torso mientras
vamos
salvajemente penetrando en esta selva de arenas movedizas
y tu vida o mi vida no ruedan como esas naranjas plásticas
que
eludimos porque
tú y yo somos carne
y nada más que un fuego incendiando este verano.
La vida se abre como un sexo caliente bajo el roce de dedos
reven-
tando millares
de hojas tiernas y húmedas,
y no dijimos nada pero exigíamos a gritos destruir la
ciudad, esta
ciudad ese
monstruo sombrío escapado de la mitología
devorador de sueños.
Y el musgo creció como un verso clarísimo en tus ojos.
Tú querías leer mis poemas aferrarte a ese instante de
dulzura donde
jamás hubo
límites entre uno y otro ser
y fuiste sólo una muchacha que pasó por mis ojos silenciosamente
pegada a mí a mi
secreta manera de enredarme en las
cosas de
explicar un mundo indeciso sembrado con
piedras
yo que creí que nada era nada en cualquier lugar de este
mundo
y de pronto me di con tus sueños como con un golpe de mar
sobre el
rostro
y luego adiós
porque todo y nada puede explicarse en el amor y
porque todo y
nada se explica en nosotros y con nosotros.
SI TE
QUEDAS EN MI PAÍS
En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
escribe
cantos silba danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
y ha
conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
bajo
la luna
de los mostradores.
Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de vino
sobre la pared azulada.
Y la poesía rueda contigo de la mano
por
estos mismos lugares que no son los lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
si no hablaste como esto
te
obligan a salir
en mi país
no hay donde ir
pero
tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.
En mi país la poesía te habla
como
un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
te filma
tu paisaje de Herodes
y la brisa remece tus sueños
–la brisa helada de un
ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
si te quedas en mi país.
BREVE
ESTUDIO DE JORGE MANRIQUE
Cabalga
o recita en invierno:
S. XV.
Jorge Manrique enséñame
cómo limpiar estos versos.
Desde tu tiempo vengo / J. Manrique:
te comprendo. Aragón y Castilla unifican sus reinos y así
quedan van quedando y quedándose con el oro del Coricancha.
Cierta vez leí de Maquiavelo que el fin justificaba
los medios y me digo / Jorge Manrique, recita o cabalga en
tiempo
de transición y locura: Colón viaja
o habla con los santos sabios doctores de la Ley.
(Decreto Ley 17437 de
represión estudiantil.)
Y Colón es un mochilero llegando a la Rábida
y nadie sabe de él todavía:
oscuro rumiador de sal
marinero de tierra (desconocida isla) hasta 1492.
Y así todo iba estabilizándose.
así los versos como la
economía.
Flores
de tu
corazón crecen
intactas.
Y todo
lo que fue
es
todavía
Sobre el tema del tiempo en J. Manrique
constituyo mis apuntes y todo como una lumbre aquí: un
fresco
campo de cuerpos y muslos y
senos
en
fuentes y parques y con tus apuntes
aún puedes hallar alguna verdad
como un busquío de frutas
este Colón cimarrón un mataperro en línea de fuego.
Y las verdades fluyen.
Tocas
un corazón de la luz, poeta,
tan jodido,
se te escabullen los demonios,
persíguelos: un verso
como un patíbulo.
Qué filosofía más honda habría nutrido
los sesos, del poeta, no
vaciles en tu camino
no lo hagas / Egipto o Áfirca no interesa.
Sabía de conocimientos
transportados
a lomo de bestia desde china por marco polo junto con las
sedas
con la pólvora. Confucio dice
como yo después de un par de cervezas todos sentencian dos
más
y seguimos bebiendo y borracho alguien nombra a los hijos
de puta
que gustan de la poesía y a la mierda Tomás de Aquino
y a la mierda todo el mundo
Aristóteles o Platón
y a la mierda la historia de la mierda
y
dime, recitas ya a Li Po?
“daremos
lo no venido / por pasado”
Un tiempo cíclico / futuro por pasado
y por una mandarina tú ves una
flor que luego
es la mandarina que verás y Russell dijo
“Formemos
el conjunto de todas las circunstancias
contemporáneas de una circunstancia determinada; en ciertos
casos
el conjunto precede a sí mismo” y
entonces vuelvo otra vez a repetir pero marchad por todos
los caminos, descubrir atajos, inventad el que es más
cerca.
“cualquiera
tiempo pasado
fue
mejor” pero el pasado es un presente
o un
futuro que pasó
y es
cierta luz que rueda
en tu
memoria.
“Nuestras vidas son los ríos / que van a dar a la mar” dijo
cierta mañana Manrique frente a la costa amarga y dijo
Jack Kerouac y Anniek Berquin caminaba y otras muchachas
y
muchachos cantaban en la ruta ilegible
y
cantaban frente a la costa amarga
y Manrique alabó las aguas del futuro
Manrique
te habló con un ojo preciso:
un tiempo cíclico / pasado por futuro
y en
Lima he vuelto a recordar estos versos
“aunque en la vida murió / nos dejó harto consuelo / su
memoria”
y yo los aprendí para sacar mi 12 en el examen final
para
aprobar el examen final
que
es la vida
que es
la muerte
donde te encuentres cantando bajo el fresco rocío
con aquel librito de Marx o Feuerbach
quitándome
la borrachera.
EN EL VIEJO LIBRO DE LOS CUENTOS DE HADAS
Volviste a mostrarte como cuando tenías 18 años.
Entonces querías tocar a la pureza como esas doncellas
que vos veías maquillarse en
los programas de TV
o en
las imágenes desnudas de los calendarios.
Y vos estabas paseando como Julieta en brazos de Romeo
por las esquinas del colegio secundario.
Cantabas sonreías con tus-cosas-de-mujer-evitando-dar-el
mal-paso y el amor
como una dalia recién bordada en la pretina.
Pero tú continuabas sorbiendo bebiendo habitando tu
paisaje delicioso del viejo libro de los cuentos de hadas
y nada veías más allá de lo que son las mil y una noches
"purpúreas rosas sobre Galatea / la alba entre lirios
cándidos
deshoja:" y fluían serenamente
en tu sueño las aguas
del encanto:
la realidad contrapuesta a tu manera de ver
esa misma realidad: pantalla donde los hechos
iban tergiversándose enredándose perdiéndose
como
una barca en la tormenta
y la bruma de estos años no hizo más cosa que corroer tu
mirada
y a
los 20 conseguiste trabajo y un hijo
y otro
hijo y lavaste pañales
y diariamente de 6 a 9 p.m. recibías entregabas libros
guiabas
lectores por la Biblioteca / guerras
cataclismos / temblores / peligro nuclear:
eso fue el inicio del tiempo más sanguinario 1960-1970:
madre
soltera abandonada pateada
y el
encanto desintegrándose
como una bombarda de fuegos artificiales en tu cielo.
Y esto es la realidad - una verdad insertada como una flor
sobre
la calentura de tus senos.
El tiempo la raíz del tiempo fue hartándose.
"Huye la Ninfa bella... / a Polifemo, horror de
aquella sierra."
Diez años con la misma cosa con el mismo sonsonete
de no ir para ninguna parte
y los hijos van creciendo
pero el sueldo ya no
crece
y quieres venirte a Lima y trabajar en lo que sea
a Lima a Cartago a Gomorra a Babilonia a Roma
"Oh mundo!, pues que nos matas"
estás solita aquí frente a mí hablándome de esto
y de todo
hablando hablando a este muchacho "que ya soy otro
segundo /
Lazarillo de Tormes en Castilla"
en Esparta
y ya no puede hacer nada por ti
solo entregarte mi gran soledad y estos panfletos rebeldes
y mi pecho desnudo ahora que lloras
y es lo más puro que hago por ti
y
te dije me voy me alejo
en busca de mi Yo integral
con mi mochila cargada con
furor y con versos
porque los libros siempre hasta ahora han hablado
cosas buenas y hermosas de la vida - y
la vida
no
es los libros
la vida brota lejos de los libros.
Ya no interesa pues que una verdad sea dulce o amarga.
En estos tiempos toda verdad es necesaria.
Ahora ya sabes que no eres Alicia en el País de las
Maravillas
sino Marta azotada por luces de neón
traiciones
horario de trabajo.
Marta temblando gritando bebiendo calmantes
perdida en estas cavernas de Altamira.
PARA
QUE ESTO NO SEA UN HATO DE PALABRAS APILADAS COMO YERBA ENCIMA DEL PAPEL
Para
que esto no sea un hato de palabras
apiladas como yerba encima del papel
y sin más realidad que todo -
esa virtud
de fuego y otros poderes como decir amor
porque para mí que no conozco sino
rostros
pálidos como la lluvia,
en esta ciudad de trapo, en la
ciudad de
las antenas de TV, la cuestión del amor
no es
sino el problema de la mujer materia
soledad indispuesta resistiéndose todavía contra el asedio
de mis manos - trotando girando como esos
discos con la voz de Satchmo que aún hoy vemos por allí
en
alguna librería de reventa de sueños,
de flores usadas.
Para que esto penetre como yo dentro de ti
y después de tantas palabras de amor que
íbamos apilando sobre los graneros de la rutina
una
a una después de tanta mortandad de
la contradicción y esto es el quid
a todo asunto entre golondrinas que
más
bien odiamos porque son tentáculos de miedo
cómo obligarte a abrir las piernas antes
de que un patrullero pase descubriéndonos
agazapados tirados sobre la yerba del
parque
Neptuno y el amor eres tú oh mi gatita
esperándome desnuda con una fruta sobre
las rodillas. Y lo que hicimos
o dejamos de hacer pesará ahora más que
toda nuestra vida porque esto, el aire, la niebla,
la inexplicable emoción de estarnos así
angustiados, pesará tanto que no podremos saciarnos
y el temor de que te quedes embarazada los
estudios el trabajo eres franca
no te gusta que utilice condones para el
coito o el amor consiste en eso
en el acto de rociar con sal tus senos o
cuando estás abriéndote dando muestras saludables
de una mayor destreza y así estoy
atenazado
entre tus muslos y no queda ya tiempo
para
seguir hablando de estrellas y este
cielo no lo cruzan más gorriones sino las sirenas de la
patrulla persiguiéndonos hacia el oeste
hacia
la rabia y esa manera muy tuya de hacerlo
de rozarnos saltando de un lado para otro
como dos gatos que no pueden concluir el espasmo
- cuervo que está dando vueltas en círculos
concéntricos que se lanza para adueñarse
del desmayo hacia donde para el diccionario
sólo
era una definición y ahora forcejeando
acariciándonos para que esto arda dentro de
ti
porque el rigor de las palabras como un golpe certero
sigue naufragando en mar de tinieblas
porque
el rigor como los mares viene prendido sobre el aullido
de la realidad que diariamente cercenamos
que
diariamente cuando al más leve descuido nos cercena
y entonces a qué salud o mar retornarán
nuestros
hijos o si luego habrán de escoger como sus padres
el
camino de la soledad la angustia porque la
realidad que diariamente cercenamos
de un solo tajo del linde entre la
podredumbre
y sus cataratas de frío y el rigor de las palabras
como un golpe certero se da furiosamente en
el
hecho de consumar en la voz de Satchmo que ahora
estamos escuchando.
POEMA
ESCRITO SOBRE UNA IMPRESIÓN CAUSADA POR "EL REMOLINO DE LOS AMANTES"
- UNA PINTURA DE WILLIAM BLAKE
I. A
ti te gusta la poesía
Nada más claro en estos días como esas palabras
con sabor a
yerba fresca que tú y yo,
por
detenernos delante del mar
en Barranco
deseé apoderarme de ti o mejor, toqué tus cabellos,
esa
soledad maldita en la que estuvimos
metidos antes y después de noviembre.
Esta vida no es lo que es ni lo fue y ahora mismo,
con todo lo dura que es para mí,
un ángel volando
a ninguna parte
en el centro del gran enredo en que todos,
algunas veces,
cuando equivocamos la página,
volvemos a caer en lo mismo: un sandwich
barato higos
secos
y Mozart es apenas
una
sonata que ningún aprendiz
estudiante de piano puede limpiar sobre las teclas
como antes o
siempre
alcanzamos a gustar de este idioma perdido:
sinrazón
que aparece como el día y la noche
porque en nuestra lengua el sueño
aún no tiene nombre ni forma ni punto de partida.
Hoy es un día más de todos los que hasta ahora hemos
conocido - hoy es el día
o sencillamente una palabra ha reventado en nuestra
mente
fugándose lejos de la esfera de acción de estas líneas,
de este deseo.
Te queda muy hermosa esa cabellera - te lo dije una vez
y te lo vuelvo a repetir.
Recuérdalo,
estoy en ti en tu manera
de
arrancar los geranios más tiernos
esta primavera mientras todo,
el
viento, la angustia, rompían tu serenidad
y no éramos
sino restos del naufragio de estos días,
un rastro solitario en la playa.
A ti te gusta la poesía
pero no tanto como un pastel de fresa.
Esa poesía
hecha a la exacta medida de un brassier
que pueda resistir a tus senos.
¡Cúbrete, está lloviendo fuerte aquí!
A ti te gusta la poesía y ya no hay pastel de fresa.
II:
Desarrollo del amor
Somos apenas un par de animales solitarios.
Tú trabajaste
rompiéndote la dicha
durante algo así como ocho meses
en
esa casa de peste que llaman casa de la cultura
y ningún falo, intenso
como una pintura de Marc Chagall,
llegó trayéndote
noticias saludables
hasta
hoy en que estos versos
son para ti una gran fornicada. Esto es llamado, desarrollo
del amor
en condiciones de existencia más o menos difíciles.
¡Cúbrete, está lloviendo fuerte aquí!
La alienación y otros monstruos de este pequeño país
del
Tercer Mundo opaco como esas monedas
del Siglo XVIII
que hallamos enterradas en la playa - y la Santa
Inquisición condenó esa luz
que nunca a nadie te atreviste a mostrar
por lo mismo que eras como una fruta
muchacha de mirada espantada.
No poseemos nada sino nuestro propio esfuerzo
de
hacerlo todo
y por hacerlo
bien maullando
como los gatos sobre el tejado
ahora hemos
cometido alguna barbaridad
que tampoco a nadie puede ni debe interesar
sino
para continuar más allá de otra página,
de otra soledad.
Ni tú ni yo creemos ya en las formas
amables del
poema / Habitamos el infierno.
En eso estamos claros.
Habitamos el infierno.
III:
Te excitan estas cosas
Lo demás no solo es cuestión
de que estés o
no trabajando
como
una yegua en su época de celo.
Podemos estar caminando por Barranco,
tener ese conocimiento
roído por los años que van disponiéndonos al descanso,
a las
arrugas - y en unas cuantas líneas
tratamos de resumir nuestra vida,
realizar con estas palabras
que fueron
(alguna vez)
cangrejos que no iban a ninguna parte
mientras éramos
tallados
en la
roca viva - arcángeles
mirándose sombríamente desde lejos, detrás de la noche.
Ahora puedes escucharme aquí, doblada sobre la arena.
Lo importante
es realizar en estos días nuestro sueño.
En realidad ya la poesía (lo he visto,
hemos podido
comprobarlo esta noche
mientras Blake era un nombre misterioso
en nuestros labios)
recién comienza a agitarse con nuestra admiración por
Séndic
Black
Panther
Marighela
por
ese Che permanente que tanto tú como yo
deseamos ser
para ser o hacer de esta vida algo más que una vida
y a ti casi siempre te excitan estas cosas
más que tus
preferencias por Pound
o los pasteles de fresa.
Pudimos entonces romper nuestra imaginación
con esta realidad de la hoguera.
La realidad proviene del roce entre la luz contra
los sueños pero aún así,
a pesar de todo estoy deseándote desnuda
como
una Venus de bronce que en nada se distinguía
de la exacta belleza de tus senos.
Pound es un
tomito de poemas,
demasiado
costoso para nuestros pálidos bolsillos.
Me contentaré con ir a visitarlo diariamente a las
bibliotecas.
II
UNA
CITA CON SONJA/ EN LOS EXTRAMUROS DEL MUNDO
Estoy
siendo lavado en los maceteros de la suciedad.
Hace mucho deseo poner todo en
su sitio y largarme de aquí
-
para siempre.
Y pintar y cantar mi verdad -
fresca y mojada.
Yo te construyo, con mis
palabras, te doy los ojos, te doy la voz,
te doy
un poder tan fresco en el poder de soñar despierta
mientras
vienes envuelta en un manto de hojas
vivas, tú lavada entre mis
brazos,
ya te
alejas como una palabra mal tecleada o pronunciada,
como
un murmullo,
entre las voces: un lapsus en
el concierto de Joan Báez.
Y ya nada me pertenece que no
sea el poder de llevarte dentro de mí
y
lo que bien o mal no quiero.
Ya nada me pertenece ni me
retiene como un colibrí
en los
pétalos de la muerte.
Y morir es alcanzar 10 mil
indulgencias (S/.) en el centro
de
la sociedad opresiva: American Way of Life.
Y me gritaron salvaje por no
saber caminar en parquet.
Porque
yo soy más salvaje de lo que pude parecer.
Y
más libre. Y más limpio.
Y pienso esculpir una gota de
lluvia.
Y
pintar un cuadro con un árbol lleno de fuego
con ese ramaje tan parecido a
mí cuando es otoño
y
salgo de noche a caminar por allí con bruma
y con la lluvia lavándome el
alma.
Son más de las doce - y todo
está solitario.
Grito,
llamo, me desgarro. Pero nadie acude a
mi lado.
Nadie posee ese don de ser
para mí una tinaja con agua de lluvia:
una
tinaja de palabras que estallen
como una molotov en los muslos
de la poesía.
Esta es la hora de los más
grandes deseos.
Y hora de los ratones saliendo
desnudos a morder naranjas violetas
entre
los sótanos más cochinos de la belleza.
Y pienso en ti mi querida
Sonja en tus labios que muerden
canciones
barrocas del Siglo XII
porque mis dedos solo han
aprendido a tocar
como
una sonata
tus
senos pequeños
mientras continúas leyéndo
"Túpac Amaru, Amarup Churin, Apu
Salqantaypa...."
y yo te escucho aquí sentado
abrazándote junto al árbol
bajo
la luz de un poste en el jirón Cuzco
parecemos
un par de locos gritando en medio de la noche
en
la hora de las más graves verdades:
tú y yo Sonja y Enrique son un
buen ángel que vuela
llevando
escondido en la mirada
un paraíso de horror hermosura
lucidez
y
pinchados de miedo cruzando una y otra vez los campos
Porqué
y el Paraqué y el Conqué y el Dequé
volteando sobre esta memoria
estirada sobre una porción de jalea
y
pasando por Lampa como por una boca
oscurísima
en Azángaro o Camaná y Colmena
con
toda la mierda sintetizada en sus calles
con Hamlet caminando entre
delirios y sombras
y
el callado estudiante -admirador de Marcuse
y Laurita y Sofía y Susana y
Rosina y también tú caminabas
con
mucha premura y con la vista alta o baja como una
marea
que sube y que baja huyendo de qué
y para qué en tu casa rodabas
como este planeta sobre las autopistas
del
universo y yo te conduje a mi cuarto barato
entre hongos y pinturas y
visiones de neurosis
y
Boch con sus pinceles en vuelo
y Chopin en brazos de la Sand
enloquecidos
con el estremecimiento de la noche
y conocí a Dante - de lejos yo
lo veía
conocí a Shakespeare
- los almacenes Shakespeare S. A.
y
vi a Sade y a Sade y a Li Po o Li Taipo
y estuve con Leoncio y Carlos
y Peña celebrando 100 años
de
Lautreámont - una kola fue suficiente
y un solo vaso - una sola
palabra
pero
nunca fue suficiente lo que tuvimos a la
mano y junto a mí detrás del
lenguaje ardía como una flor sobre
la
arena nuestra sensibilidad extraviada
entre estos lugares de
porquería sucios ya por el continuo rozar
nuestro
en el polvo nuclear bajo el instante
lluvioso anduvimos como
Inkarri en lo hondo del ojo
-
ojo que araña
trotando de aquí para allá
entre Colmena y esas calles oscuras
con
sus cafés y sus animales de espanto
y porque como lo hemos leído
al empezar el primer canto "a mitad
del
viaje de nuestra vida, me encontré en una selva oscura”
como tantos de nosotros
yo por ejemplo que ahora estoy
recurriendo a hablarte de esto
148
Km. al sur de tus ojos
cuando ya nada importa más
como nosotros mismos
que
somos a última hora el reflejo de un universo más vasto.
Y esto es (más que un atado de
versos)
la
asunción perfecta de tu cuerpo lleno de naves
y oleajes más frescos que luz
de
pergaminos forjados el tres mil a. de J.C.
y hallados 20 siglos después
cierta
noche parecida a ésta en el cauce
de
un río amargo.
Esto es como el amor todo y
nada a la vez:
una
batalla entre tu alma y la mía
y en la que indefectiblemente
salimos siempre perdiendo
y
con el alma más limpia como un rostro
recién mojado en las tormentas
de seguir perdidos
en un
alfabeto extraño en las tribus secretas del Oriente.
Pero estás tú - vivita y
coleando. (Y culeando.)
Y estamos todos en la misma
brega con el corazón
como
un mar furioso a las 4 de la mañana
y con
el mismo vigor
y los
sueños que ahora están ampliándose
como un murciélago con alas de
berenjena:
esta
imagen breve e intensa de la vida
y trasponiendo la noche irreal
en
la bella noche de la poesía.
Porque esto es lo real.
Lo único real que ha ido
quedando en nosotros.
Y lo que hemos podido rescatar
a ese inmenso naufragio de
nuestra civilización:
tu sexo riquísimo.
Y el furor de tus mejillas:
conciencia era esa yerba
que
ahora hemos cogido para lavarnos de la neurosis
- la angustia - ángeles de
yeso arrebatándonos los ojos
y
prendidos del aire cayéndonos en despeñaderos
con
flor de furia
y tú más pálida que una tarde
con bruma en María Angola
porque
somos y huimos perseguidos
más
acá o más allá
de nuestra furiosa manera de
vivir o decidir
qué
vamos a soñar o construir en los territorios de la poesía:
Icarus navegando como un ogro
en un mar de Esperanto
y
con tu nombre: Sonja echada contra mí.
Sonja en una canción de
agosto.
Sonja
cántaro de barro. Sonja cántaro.
Sonja y yo sobre esta vida con
la voz y los sueños deshechos por el
miedo.
Sonja
arrojándome del lecho / apestando / desnuda.
Dos
mil años la rompieron.
Dos mil lenguas como una soga
ardiente enervándose alrededor
del
cuello.
No
me hagas daño / te odio.
Sonja.
Sonja. Metiéndome en sus piernas.
Soy
la serpiente mordiendo los sesos de la muerte
y muerdes manzanas de fuego en
la noche cuando nada nos salva
ni
nada te salva. Porque aún.
escribes con tintura de sauce
sobre papiro
como
cuando creciste cubierta
de arroz / de poesía
con
los espasmos de Lesbos
mientras
bebíamos guinda
y nada hacía deslumbrar
nuestro destino.
Llegué un poco antes de las 10
p.m.: tú ya te habías desnudado
y
dormías como una cicatriz sobre mi hombro.
Sonja. Sonja. No soy otro ni
nadie.
Yo
soy el que no quiso ser lo que ahora o nunca
pudo dejar de haber sido un
furioso lucero
trasponiendo
los límites
entre la noche y la poesía.
Quiéreme / te amo
- no podía haber escrito otro
verso
ni
un algo parecido a la sensación de encender
nuestra bella costumbre ni la
alegre frescura
de no caer absorbidos en los
terrenos eriazos.
Yo adoré tus cabellos mojados
como una hoja de olmo después
de
la lluvia.
Oh sí yo sí adoré tus palabras
de estambre
y
tu palabra precisa en tu boca dorada.
Yo adoré ese lecho de versos y
hojas y vientos
que
nacían o venían contigo
como un ángel descendiendo a
estos versos
en
la tarde cuando tu encendías
frutos de oro
lamiéndome el falo y lamiendo
la rueda de los espasmos
porque el estío era luz y era
flor
y
la flor esa luz que embellece
la terrible soledad en los
mundos del Boch.
Y la
memoria se abre el silencio la luz los frutos
y
a la larga estamos
otra vez empezando porque toda
muerte
pare
una vida y tú pariste otra muerte
o una vida que es como dormir
sobre algún párpado de la muerte
y
vas caminando toda vestida de negro
corriendo corriendo con un
sudor en tu frente
con
fiebre y las mejillas pálidas
como un remolino tragándose a
la vida
ssscrrr - sscrrr - cantó el
pájaro del deseo.
ssscrrr
- ssscrrr - ssscrrr.
¿Muerte es un verso cuyas
ramas se tuercen como un lago seco?
Y estamos otra vez aquí sobre
la noche
mirándonos y no mirando a otra
parte que no sea
a
ese fantasma salido de tu promesa de lavar
con fiebre esos trozos resecos
de la sangre
del
que se alejó cantando como Juan en el desierto.
Y sin embargo ¿quién brotará
más cerca de la vida
de un tiro en la sien frente
al espejo o colgando de un semáforo
como de sus propios
presentimientos? ¿ha llegado mi hora?
¿es ésta tu hora? ¿tu hora?
¿tu hora? ¿la hora?
¿What
time is it?
Y
también tú bellísima Sonja intentabas hallar tu identidad
por
el suicidio: feb./71.
Y yo leí tus viejos cuadernos
de poemas.
yo leí tu poemita de la soledad con zapatos
-
escrito cuando cumpliste los 12 años.
Y hemos caminado mucho entre
estos semáforos violetas
-
y ya no puedo contener mi furiosa belleza.
Sonja. Sonja. Cántaro de
barro.
El amor crecía como un grito
con olas de laurel
sobre
este lecho cubierto con tu poesía.
Y el amor la lucidez la
entrega el vigor: eran el Himno
que
entonamos con nuestros labios frescos.
Y el amor la lucidez la
entrega el vigor: son nuestra señal
` en
los días de guerra.
Y nada de lo heredado por la
sangre pudo resistir a la belleza.
Y nada ha podido alejarnos de
la frescura de un pensamiento
espléndido.
Y ya no puedo contener mi
furiosa belleza.
Todavía espero esa tabla con
diablos e inválidos pintados
como
una gacela sobre el cielo de Lima:
una luz sobre otra es la seña:
una
luz en el rostro: señal de este siglo.
Y nadie más sino tú y yo
esperamos coger la revelación
en
su más libidinoso y secreto esplendor.
Fuimos conducidos al patíbulo
Y degollados sobre una bandeja
de plata en las cortes de Herodes.
Cortes de casimir.
Cortes
marciales: II zona judicial de policía en Perú
para los que crearon belleza
creando molotovs
y
creando revueltas entre los jóvenes.
Y somos pateados vejados
jodidos.
Y
el que transita a mi lado voltea el rostro
y escupe y siente asco y
vergüenza de mí.
¡Estupendo! ¡Estupendo! “Los
perros ladran,
señal
de que avanzamos Sancho"
Porque
ya no puedo contener mi furiosa belleza.
Y ya no puedo seguir como un
verso que huye de la memoria.
Y cada noche al regresar a
nuestras páginas
a nuestra soledad
nos
cuestionamos / nos lavamos
y pensamos y vemos que ya este
acto furioso
de
aprisionar a la tormenta
y caminar libremente por el
espacio abierto
en
el espacio de unas líneas
es
una victoria que no todos saborean.
Y entonces tuvimos que andar
buscando nuestra propia
y
amarga manera de entender estas cosas:
una lenta y amarga
experiencia: hermosa como un ave silvestre.
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