Dentro de toda esa variopinta escena musical que fue el rock subterráneo, surgieron actos influenciados por sonidos foráneos que los amoldaban a su realidad, integrándolos a una música hecha por y para los jóvenes.
Quienes no comparten afinidades con los demás son los que
sobresalen, y no es extraño que unos cuantos hayan decidido, a pesar de
compartir el mismo espacio, mantenerse al margen para desarrollar su propia música.
Según el crítico de música Pedro Cornejo Guinassi en su libro Sobrecarga. Los cortocircuitos de la música pop contemporánea:
“El techno surgió como un intento de ampliar las fronteras
de la música pop a través de la reincorporación de los nuevos sonidos, las
nuevas construcciones rítmicas y la nueva sensibilidad que una tecnología en
permanente evolución abría como un horizonte inexplorado en el contexto de la
Europa post-industrial. Pero el techno no se define sólo por el hábito de
trabajar con una parafernalia electrónica sino por el hecho de entender la
relación con la máquina como un proceso creativo en el que ésta se constituye
en un aliado y en un utensilio a la vez.”
Martín Ponce, Raúl Mondragón y Rodrigo Vivar formaron DISIDENTES, grupo que incorporaba como “instrumentos” para la ejecución de su música percusiones metálicas procesadas a través de pedales, un teclado, cilindros, y una voz amplificada por megáfono. Completaban este escenario sonidos sampleados grabados en cinta y proyección de diapositivas. Las influencias eran Einztürzende Neubaten, Skinny Puppy, Kraftwerk y la música concreta.
Clic en la portada para descarga del bootleg.
(Venganza de los nerds 003, 2005). Venganza de los nerds
fue el proyecto de Iván Esquivel paralelo a su sello Internerds Recors, que
lanzó en los formatos virtual y físico grabaciones inéditas de grupos
subterráneos como Disidentes, Voz Propia y Delirios Krónikos.