Durante los ochenta, los grupos subterráneos publicaban sus álbumes en maquetas,
registros fonográficos caracterizados por la carencia de recursos técnicos durante
el proceso de grabación, lo cual constituía además su sello característico. Si
bien algunos trabajos lograron editarse en vinilo (en formato EP y LP), en esos
años el formato estándar era el casete. A manera de “rescate”, a fines de la
primera década del 2000, varios sellos con base de operaciones en Estados
Unidos reeditaron las grabaciones antiguas en discos de vinilo, tal es el caso de
“Ayacucho centro de opresión” de Kaos, “Un nuevo enemigo” de G3, “Primera Dosis”
de Narcosis o el clásico “Vol. 1”. El lanzamiento de nuevos tirajes en acetatos
continúa hasta la actualidad.
Archivo hemerográfico de ANTENA HORRÍSONA
Fuente: Gutiérrez, Fidel. El sonido y la furia: Rock subterráneo en formato clásico. En: Suplemento Variedades. 22 de junio de 2012, pp. 14-15.
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