Canciones en progreso, apreciaciones sobre la música, datos biográficos, entre otros, en esta conversación con el rockero Miki González durante la etapa de producción de su tercer larga duración Nunca les creí (Discos Independientes, 1989).
“Mi rock tiene un contenido político”
¿Qué diría usted honorable padre de familia, si su hijo viene un día y
le dice: papá, quiero ser rockero?
No se asuste, tómelo con calma, apóyelo y algún día (si tiene talento),
su hijo llegará a ser tan buen músico como Micky Gonzales.
Micky empezó tarde en la música, a los 18 años, pero tuvo el coraje de
decidir. Hoy, a los 36 (años) tiene una gran fama, dos long plays buenísimos y se
va por el tercero que ya está empezando a grabar. Rockeros, lean con atención y
recorten esta página y llévenla a papá para que vea que esta música también la
hace gente inteligente.
“Estoy aprovechando un descanso en la grabación para irme a una semana a
Chincha, donde siempre voy y no estuve en la Navidad. Es una fiesta muy linda,
zapatean cuatro días, es el folklore puro, la verdadera tradición de nuestro
pueblo. La tradición se mantiene en muchos sitios aquí en el Perú, felizmente”.
Allí tienes muchos amigos.
Claro, allí donde la familia Ballumbrosio, que son los capos del
zapateo.
¿Allí aprendiste lo inicial de la guitarra?
Guitarra aprendí con Lucho Gonzales (a los lectores interesados: si
quieren saber quién es Lucho Gonzales, lean el próximo viernes a la misma hora
y por la misma página la entrevista. Esto es un comercial), con Félix
Casaverde y he estudiado con Carlos Hayre, pero era bastante mal alumno, sería
injusto decir que fui alumno de él. Es un monstruo de la guitarra. En El Carmen
no aprendí guitarra en sí, lo que pasa es que me dejaban tocar y acompañar a
Amador Ballumbrosio, “unas pasadas Micky”, me decía, y siguiéndolo aprendí a
tocar los bordones del zapateo.
(Micky está de muy buen humor. Aprovechando este exceso de confianza
le lanzo esta pregunta estilo Tele-Guía. Todo sea por el periodismo, en fin).
¿Nunca te enamoraste de una negra de Chincha?
Varias veces. Pero es muy difícil enamorar ahí porque hay un prejuicio.
El blanco va, las enamora, las embaraza y luego se manda a mudar. Aunque
supongo que debo haber sido correspondido por alguna.
(¡Bravo! Se puede obtener una buena lección de una pregunta tonta, ¿ya
ven? Pero sigamos con las preguntas serias). Tú has estudiado en el colegio Santa María que es un
colegio para gente de clase alta. ¿No te sientes un descastado?
No, esa era mi clase, yo no lo escogí, lo escogieron mis padres pensando
que era lo mejor para mí. Por mi condición social de burguesía estudié allí y
compartí con mucha gente de alta burguesía, hacendados… (piensa, baja la voz)
¿Sabes quién estudió allí? El “Comandante Camión” Artaza y Javier Diez Canseco…
hay de todo en el Santa María. Pero eso quedó atrás.
(Ahora sí rockeros, llegó el momento de todos esperado: Micky
habla de música). ¿Tú has tocado “chicha”?
Nooooo, grabé una “chicha” porque fue un trabajo que me encargaron.
Quedó muy bonito y lo incluí en el long play.
¿No hay manera de integrar chicha y rock?
Hay un grupo interesante de Juan Luis Pereyra, miembro del legendario
grupo Polen, que se llama “Quispe” –que me parece un nombre excelente, ¿no?–
y hacen una fusión. Ahora, no sé cuánto pueda pegar en momentos en que el rock
y la chicha están perdiendo popularidad frente a la salsa.
La salsa erótica, además.
(En voz baja) Cojudeces… Eso no es salsa, no es nada. A mí me
gusta mucho la salsa, Celia Cruz y eso, pero esa música no me gusta. Aunque yo
no soy crítico y no puedo opinar.
(El periodista sí adopta la pose de crítico, mano a la barbilla, y lanza hipótesis). Esta salsa no suena muy auténtica que digamos.
Lo que pasa es que las palabras están tan trilladas… tan manoseadas que
pueden llegar a ser un cliché (¡Ajá! Otra palabra trillada). ¿Qué es lo
auténtico? ¿Los Hombres G son auténticos? Venden miles de discos, son
ultrapopulares, ¿son auténticos o prefabricados? No lo sé.
Y a ti, ¿no te gustaría vender miles de discos, ser una
especie de héroe popular? (Miren qué raro, el periodista pronunció unas palabras caso
proféticas, escuchen).
(Se queda pensando). Tengo una canción que habla de eso
justamente, una de las canciones nuevas del disco se llama “Héroe Nacional”, de
repente le cambio el hombre a “Héroe Popular”. Buen dato, ¿ah?
Voy a cobrar regalías.
Bueno, después nos ponemos de acuerdo, si lo llego a usar te aviso,
jajajá. Y justamente habla cómo todo esto es manipulado. Uno es un
prefabricado. A mí me gustaría vender miles de discos, claro. Pero eso supone
también que la gente estaría harta de ti. Si llegas a vender miles de discos es
porque te han metido tanto que la gente ya está harta de ti. Pero claro que eso
es mi trabajo, para eso compongo, para vender discos.
¿La crisis económica se refleja en tu música?
Sí, claro, tiene que repercutir. No me he detenido a analizar en qué
afecta los tres paquetazos que hemos tenido. Sé que no hay trabajo, que los
pasajes han subido. Hace poco estuvimos tocando en la rockola Susy de San Juan
de Miraflores y esos muchachos tan vitales estaban totalmente apagados. El
paquetazo había apagado a la gente. Yo no soy sociólogo, pero afecta.
¿Tu rock es socialista, contestatario?
Yo diría que es de contenido político, tiene una actitud política. A mí
me han llamado a tocar en el aniversario del Partido Comunista y también he
tocado para la municipalidad de Barrantes. No he tocado con el Apra porque no
me han llamado.
¿Pero cuál es esa actitud política?
Creo que todos esperamos que el país cambie. Cada uno lo quiere hacer a
su manera, pero creo que eso, las ganas de que cambie, es lo que puede ser
identificable en todos. Así como está no lo queremos. Yo no lo quiero, por lo
menos.
Ya somos dos, Micky.
Fuente: Quiroz, Roberto. Mi rock tiene un
contenido político. En: VSD, La República, 27 de enero de 1989, p. 12.
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