10 de octubre de 2021

SILVANIA. Aquí viene el océano (2003)




COCÓ SILVANIA

©Fotografía:
Nicolás Morales Sarmiento




PRESENTACIÓN DE SILVANIA EN
LOS CONCIERTOS DE RADIO3
JUNIPERFIN Y NAVES SIN PUERTOS 



Recopilatorio del grupo de culto SILVANIA a cargo del sello argentino Índice Virgen. En ese momento, el proyecto de Mario y Cocó ya dormía el sueño de los justos, pero su legado resonaba en otras latitudes. Es el único recopilatorio que sintetizó los trabajos publicados tanto en álbumes de larga duración, como en sencillos y maxis. Aunque el esquema cronológico, preciso para comprender la evolución musical del dúo, no sigue un orden, es a la vez un aliciente para adentrarse en los sonidos ambientales en clave pop de Silvania.



CLIC EN LA PORTADA


SILVANIA
Aquí viene el Océano (2003)
© Índice Virgen, 2003


miniespacial (1998) Mario (naves sin puertos)
flor de agua infinita (1993) Cocó (en cielo de océano)
niño unicornio (1994) Mario (paisaje 3)
m/a (vanguard remix) (1995) Mario (galax trax ep)
ov (locust remix) (1995) Cocó (delay tambor)
aquí viene el océano (1998) Silvania (inédita)
tel (1997) Mario (juniperfin)
nudo de cielo y delfín (1994) Cocó (paisaje 3)
la orilla izquierda (1998) Mario (inédita)
niños de lluvia (1998) Silvania (naves sin puertos)
eva sobre eva (1994) Mario (paisaje 3)
arcángel (1993) Cocó (en cielo de océano)
en líneas sin fin (1994) Mario (avalovara 7" single)
nave (1998) Mario (naves sin puertos)
fantasis (1997) Silvania (juniperfin)
un bosque en la memoria (1993) Mario (en cielo de océano)









Archivo hemerográfico de ANTENA HORRÍSONA





UNDERSOUNDS


Parece que vuestra relación con la crítica no es especialmente buena, algunos insignes revisores no ha soportado que os guste My Bloody Valentine y luego Scorn… ¿Cómo explicáis esto?

Nos han comparado con Scorn sólo porque tocamos de rodillas y el caso es que tocamos así porque la mesa estaba rota y no se podía mover del suelo, además no creemos que Scorn tenga la patente de tocar sentado.
Los críticos no terminan de escuchar nuestros discos. El 95% de ellos son músicos frustrados.


Siguiendo con la crítica… Alguien ha dicho que Juniperfin tiene partes muy new age… ¿qué opináis?
La gente piensa que Brian Eno es new age, incluso los primeros discos de Kraftwerk… no se enteran de nada.


¿Os consideráis un grupo de techno?
No, un grupo de música.


¿Cómo explicáis vuestra propia evolución, desde sonidos más oscuros a temas más electrónicos?
Al principio nosotros teníamos interés en usar sonidos rarísimos y extraños, pero lo que pasaba es que tampoco teníamos la tecnología necesaria. Así que hacíamos ruido con guitarras, bajos y multifectos. No teníamos dinero…


¿Os consideráis músicos en el sentido más convencional de la palabra?
¡Qué va!, no sabemos lo que es un re o un do en una guitarra. Todos nuestros trabajos se basan en efectos manipulados por nosotros.


¿Cómo se gesta un proyecto como el vuestro en un lugar tan desconocido para nosotros como Perú?
No es tan raro, en España hay un gran roto musical. Todos los sesenta pasaron casi desapercibidos aquí, debido al régimen y todo eso. Sin embargo, en Perú, los 60 fueron años muy fuertes, muchas cosas que nos marcaron no son conocidos aquí, entre los 60 y 70 hubo una gran ‘movida’ en Lima, por equipararla con la madrileña de los 80. Allí se dio una gran proliferación de pintores, fotógrafos, etc. Cuando vinimos a Europa nos dimos cuenta de que estábamos más enterados que muchos modernos de por aquí. Por ejemplo, ‘En líneas sin fin’ ha sido disco del año en una de las emisoras más importantes de Lima. Eso significa que allí no están en otro mundo ni nada de eso, por ejemplo allí Autechre y Seefeel son bastante conocidos en círculos underground.


Por lo que veo, aquí existe un gran desconocimiento de todo lo que ocurre en Latinoamérica. La gente de nuestro país se debe creer que sólo hay guerrillas y paraísos de vacaciones, ¿cómo explicáis desde vuestro origen la situación cultural allí?
No es lo mismo Chile, Perú o Argentina que Costa Rica o Venezuela. La parte sur es diferente. En Lima por ejemplo hay sectores sociales y geográficos que son muy occidentales, en cuanto a tiendas, etc. La clase media de allí es clase media desde siempre, desde hace 60 o cien años.
En Chile, Perú, etc. Hubo una generación muy izquierdista y hippie, por decirlo de alguna manera. Nosotros mamamos en la universidad todo ese espíritu.

Yo recuerdo escuchar el ‘Trans Europe Express’ en casa con ocho años. Pensaba que era música de terror, aquí en España hay muy poca gente que pueda decir eso, a mí me parece igualmente espiritual un disco de los 60 que un trabajo de Warp. No juzgo la música desde el punto de vista superficial sino desde un punto de vista interno y eso se consigue con herencia, una persona sin cultura musical no tiene capacidad para relacionar Autechre con algo anterior y piensa que es lo último pero todo viene de alguna parte.


¿Quizá por esto que me explicas el presumido cambio vuestro puede hasta no haber sido tal?
No es un cambio, es evolución… hay críticos que nos juzgan sin piedad por evolucionar de Cocteau Twins a Autechre, según ellos, y luego ellos no se dan cuenta de que hace unos años estaban haciendo reportajes de ‘los ronaldos’. Hay que tener mucha cara dura para reprocharnos algo después de esto. Si escuchas nuestra primera maqueta, te hablo del 91, te darás cuenta de que más del 50% son temas ambientales, es más eso nos hizo bastante difícil fichar por Elefant en un principio, porque Luis Calvo pensaba que éramos demasiado raros. La única diferencia es que antes hacíamos los ambientes con guitarras y ahora con sampler y sintetizadores.


¿Cómo relacionáis vuestras raíces sesenteras con la parte más experimental de nuestra influencia? ¿Dais mucha importancia al equipo?
No, lo que nosotros tenemos lo llevamos dentro. Lo tratamos de hacer realidad a través de los instrumentos que tenemos, es muy bonito encontrarte con sorpresas dentro de tus propias máquinas.


¿Hubiera sonado igual Juniperfin si lo hubieras grabado en un súper estudio?
Sí, es independiente. Nosotros tenemos más o menos claro lo que queremos expresar. Lo que más nos ha caracterizado, hagamos la música que hagamos, ha sido la atmósfera aérea. Eso desde el primer hasta el último disco se nota.


Pero en vuestro álbum también se aprecian partes duras.
Sí, pero es dureza aérea, pero al final la conclusión es atmosférica. Encontramos esta misma mezcla cuando hablamos con Autechre en Sónar, a ellos también les encantaba Cocteau Twins y My Bloody Valentine. Lo único que nos separaba de ellos era el rollo hip hop y graffitti que es algo que nunca nos interesó. Con Disjecta y Scanner nos pasó igual. Si todos nos fijásemos un poco nos daríamos cuenta de que todo el rollo ‘intelligent’ está fuertemente influenciado por todo lo de los ochenta.


Remezclas, hay gente como Derrick May que dice que son un asunto oportunista, en vuestro caso el LP de remezclas fue un poco vuestra confirmación, ¿qué concepto tenéis de los ‘remixes’?
Primeramente aprender, en esa época estábamos más metidos en la guitarra, entonces nos encantaba Warp pero no teníamos los medios para sonar así, no tenemos reparo en decir que admiramos a tal o cual y admiramos a todos los que nos remezclaron en aquel álbum, igualmente Autechre por ejemplo han dicho que nos admiran, que somos unos de los grupos más espirituales que han escuchado… lo mismo podemos decir de ellos. Las remezclas fueron como un juego, hicimos lo que nos apetecía… vamos a mandarle unos discos a esta gente a ver qué pasa… conocimos a Scanner en Sónar y fue el primer paso.


¿Así que el sello no tuvo que ver?
Fue una decisión nuestra. Luis Calvo creo que ni conocía a los grupos.


¿Coincidió el disco de remezclas con una etapa de sequedad creativa?
Qué va, la prueba está en que hay varios temas originales en el disco.


¿Fue decisivo para vosotros el Sónar de hace dos años?
Sí, hubo buenas críticas además nos pusieron en un buen horario… no es que fuéramos afortunados… trabajamos duro para ello. Además fue un concierto con mucho feeling, las drogas eran buenas. De todas formas todo lo que tenemos es debido al trabajo de años, no a un festival determinado.


Pero ahora sonáis más percusivos…
Eso es porque antes no teníamos una caja de ritmos en condiciones, lo de la percusión, el sonido, etc. tiene que ver con los medios de los que disponemos.


Entonces, al no disponer antes de buenas percusiones, teníais que rellenar, digamos, con más ambientes… ¡a lo mejor os vino bien la falta de medios!

Es una evolución que nos gusta, la forma de trabajar en Paisaje 3 no tiene nada que ver con Juniperfin que ha sido el primero que hemos hecho en casa, nos gusta aprender en cada disco… Seguimos teniendo la misma ilusión que al principio, siempre que empezamos un nuevo LP lo queremos hacer de una forma distinta, borrando todo lo anterior.


¿Os consideráis afortunados por trabajar en un sello como Elefant, en el que podéis sacar lo que queráis?
A lo mejor si hubierais topado con otro sello más convencional se os habría quitado esa ilusión.
Sí, pero realmente no nos importa que la música se conozca, siempre hemos hecho música para nosotros en primer lugar… Yo el día que me propuse hacer música fue para aprender, no para salir en las revistas ni trabajar para cuatro sellos. Empecé con esto para deshacerme de una serie de prejuicios y que tenía en mi familia. Para mí es una lucha.


¿No creéis que la gente que hacemos música somos los coleccionistas y fans más extremos? Es como la máxima imitación ser lo mismo que tus ídolos…
Siempre hemos comprado muchos discos, somos fanáticos de muchos estilos de música. Desde el primer disco que pude comprarme, que fue ‘Tainted love’ de Soft Cell, no he parado de comprar.


¿La música que compráis os influencia para componer?
No se nos mete intencionalmente, es parte de nuestra alma, flipo con la poca capacidad de la gente a la hora de ver similitudes. El alma de Juniperfin es la misma que la de En cielo de océano… Independientemente de lo que escuchamos ahora. Si hubiéramos querido ser un grupo de éxito habríamos hecho otra música. Siempre nos ha interesado el lado débil y oscuro de la creación. No nos interesa la turgencia, nos interesa lo suave y desde siempre.



Entrevista publicada en la revista Undersounds en mayo de 1998.