27 de marzo de 2023

De tal palo... ¿tal pesadilla? (1986)

 


Un curioso reportaje de tono sensacionalista publicado en La República”. Los entrevistados son Leopoldo La Rosa padre e hijo, ambos ligados a la música desde escenarios diferentes. Las preguntas apuntaban a una polémica que no tuvo efecto, al contrario, demostraron una relación de respeto y afecto mutuo. 








De tal palo…
¿tal pesadilla?

 

Leopoldo La Rosa vs. Leo Scoria

Los hijos pueden ser una prolongación de nuestras vidas, y también una negación. ¿Es una negación para el sobrio y atildado músico clásico Leopoldo La Rosa, su rockero hijo Leo Scoria, director del grupo subterráneo “Leuzemia”? En estas páginas juntamos a padre e hijo en un frente a frente ilustrativo. Leo Scoria (apellido “artístico” autoimpuesto) declara desde su extraño mundo. Él sabe muy bien por qué se quitó el apellido de La Rosa, para usar el de “Scoria”. ¿Lo sabrá su padre, el ex director de la Orquesta Sinfónica Nacional? A pesar de todo, los dos dicen que armonizan.

 

Por Ángel Pérez

Maestro Leopoldo La Rosa, ¿fue obligado usted por sus padres a seguir la profesión de músico?

No. Si bien nací en un ambiente musical, fui libre de decidir lo que quería ser en el futuro. Mi padre, que era organista de templos, me enseñó mucho e hizo que siguiera su camino. Por eso, a los siete años, yo ya estaba tocando el gran órgano de la Catedral de Lima. Mi casa siempre estaba al tanto de la música clásica y religiosa. De ese ambiente me imbuí.

Ese amor por la música le ha inducido a ejercer la pedagogía y la difusión de la música clásica por radio, televisión y colegios. ¿Cree haber logrado su cometido?

No, porque no me han dado más oportunidades y es poco lo que he podido enseñar. Sin embargo, mi trabajo ha causado efecto.

¿Lo ha causado en su hijo Leopoldo, por ejemplo? Él se hace llamar Leo Scoria y lidera al más importante grupo de rock “subterráneo”, “Leusemia”, caracterizado por un lenguaje soez y la estridencia de su música. ¿No hicieron efecto en él sus enseñanzas?

Mire, en el asunto de la educación de mis hijos, los he dejado libres: cada uno ha escogido lo que ha querido. Ellos han oído música clásica aquí en su casa, y desde chicos los he llevado a muchos conciertos. Si usted les pregunta sobre obras de música clásica, les contestarán con detenimiento. A ellos los he dejado libres como hicieron conmigo mis padres. En realidad, nadie me inculcó a mí la música clásica. Yo la escogí porque nací en un determinado ambiente. No me obligaron. Más bien, me parece estupendo que mi hijo Leopoldo haya tomado su propio camino musical, que es una expresión muy interesante de la juventud del momento.

¿Qué reacciones tiene usted al escuchar su música?

Hay obras… hay canciones que me gustan mucho. Tienen una música muy hermosa, muy interesante. Ellos con su música se sienten bien, pueden decir sus cosas.

¿Y usted cree que se puede destruir “esta sociedad podrida”, como dice su hijo, con la música que él practica?

Todos los jóvenes, en un determinado momento, quieren arreglar el mundo de una u otra forma, con diferentes sistemas cada uno y valiéndose de distintos medios. Para mí no es una sorpresa que Leopoldo quiera cambiar su sociedad: muchos músicos han querido cambiar el mundo gracias a la música. Mi hijo –yo he conversado con él seriamente– posee una seria de ideas para cambiar lo que él considera que está mal y me ha dicho, además, que está convencido de lograrlo con la música que él quiere. 

¿Qué tipo de música se escucha en su casa?

Variada. En estas cosas no hay imposición de mi parte, nunca la ha habido. 

¿No hay enfrentamiento entre su música con la que hace Leo Scoria?

No. Es otro camino el de mi hijo. Además, la música es una sola, es el arte de combinar los sonidos. Unos lo hacen con de esta forma, otros de distinta manera… en fin. Nunca podemos decir que una música es mejor que otra: cada una expresa realidades específicas. Todo el rock que tocan este grupo de jóvenes es una expresión tan buena como puede ser la expresión de otro músico con diferente tipo de música. 

¿Le gusta el rock maestro Leopoldo La Rosa?

Por supuesto. El rock tiene cosas que me gustan mucho. Hay momentos en que me encanta escuchar rock como hay momentos en que prefiero un concierto de Mozart. 

¿Cómo son sus relaciones con su hijo Leopoldo?

Muy buenas. No tenemos problemas. 

¿Y con Leo Scoria existen dificultades?

¡No! Los quiero a ambos, porque son uno solo: es mi hijo.

 

 

 

Por Álamo Pérez Luna 

¿Cómo y cuándo entraste en la música?

Ya ni me acuerdo. Creo que desde muy chico. En esa época escuchaba de todo, llámese clásico, huayno, todo lo que llegaba a mis oídos. No sabía lo que quería todavía. 

¿Tu padre nunca te inculcó el amor a la música clásica?

No, yo escuchaba todo, ¿no te digo? A mi nadie me enseñó nunca nada. Todo lo hice por mi cuenta. 

¿Cómo llegaste al rock subterráneo?

Quería hacer música, combinar música con mis vivencias. Ahí descubrí a los movimientos punk ingleses y me gustaron. Había música y agresividad, las dos cosas juntas, y eso me gustaba. Poco después conocí a Daniel, si no me equivoco en el 83. Nos juntamos con otros patas que más o menos pensaban lo mismo que nosotros, y comenzamos a tocar. 

¿Siempre tocaste el bajo?

No, en un tiempo me puse a tocar piano. 

¿Tu padre te enseñó?

No, no me enseñó nadie. Yo todo lo he aprendido por mis propios medios.    

¿Y cómo está el grupo ahora?

Daniel dejó el grupo. Ahora sólo estamos Raúl Montañés, Kimba (hermano de Daniel) y yo. 

¿Cómo reacciona tu padre ante la música que haces en “Leuzemia”?

Con mi padre existen mucha armonía. Al principio fue un poco duro, pero ahora le parece que está bien lo que hago. Mi mami se muere de risa con mi música, le vacila. Algunas veces ha dejado de escuchar mi música porque mi papá tenía que descansar o algo así, pero esos son problemas menores y muy ocasionales. 

¿De dónde viene el apodo de Scoria?

Ya ni me acuerdo quién me lo puso. Esa chapa tiene mucho tiempo, pero no creo que signifique nada especial. 

¿Y tu padre no te dice nada por haber suplantado el apellido La Rosa por el de Scoria?

Yo llevo mi vida, mi padre no me dice nada. 

Pasando a otra cosa, ¿por qué son agresivos cuando tocan?

Eso nos nace, nos brota, es completamente espontáneo. Nada en nosotros es prefabricado, como en otros grupos de esta ciudad. Así lo sentimos, por eso lo hacemos. 

¿En la vida diaria se portan igual?

Nosotros siempre reaccionamos de una forma natural y espontánea, aunque preferiría hablar solo de mí. Trato de llevar mi vida de la forma más adecuada. A veces ni yo mismo sé cómo voy a reaccionar de aquí a unos segundos. 

Políticamente, ¿eres anarquista como la mayoría de rockeros subterráneos?

Yo no soy anarquista, soy “alpinchista”. 

¿Cómo es eso?

Porque todo me llega ahí, hasta que estés preguntándome cojudeces y yo respondiéndote. 

¿Cómo te llevas con tus amigos?

Muy bien, yo no tengo problemas con nadie. Sólo me llega los hipócritas, los que te dicen una cosa y cuando te das media vuelta se ponen a rajar de ti. 

¿Todos tus amigos son subterráneos?

No, yo tengo amigos en todas partes y de todos los tipos. Aunque te voy a decir que amigos tengo pocos. Lo que me sobra son conocidos, no amigos exactamente. 

¿Ustedes se consideran parte del rock peruano?

No, nosotros estamos solos. Mira, hasta entre nosotros mismos, los integrantes de “Leuzemia”, hay marcadas diferencias. Cada uno es muy distinto al otro. 

(Al ver “Pájinas Libres” de González Prada tirado por ahí, le pregunto)

¿Lees mucho?

No, lo tengo ahí por si acaso, es pura finta. 

Y de tu padre, ¿qué piensas?

Mi padre nunca me ha impuesto nada, yo he aprendido a hacer lo que me parece bien y a reaccionar como quiero. Nunca me ha prohibido hacer nada y por eso me llevo muy bien con él. Así de fácil.

 


Fuente: Pérez, Ángel y Pérez Luna, Álamo. De tal palo… ¿tal pesadilla? En: La República. 2 de marzo de 1986, pp. 34-35.

16 de marzo de 2023

Daniel F. La trova subte (1988)

 



Una entrevista con el cantautor Daniel F. con motivo de su primer trabajo en solitario “Kúrsiles Romanzas”



Archivo hemerográfico de ANTENA HORRÍSONA

La trova subte

 Nuevo cassette de Daniel F., el iniciador de la movida subterránea


Al principio era el ruido. Luego llegó alguien, lo organizó todo y le dio forma: nació la música. Tiempo después apareció la máquina y con ella las locomotoras y los automóviles, pero también el magnetófono y las grabaciones. Una serie de sonidos extraños comenzaron a desarreglar el orden en los salones; no faltaron quienes, moviendo la cabeza y con evidentes ademanes de censura y preocupación, alertaron sobre el retorno del tenebroso Ruido.

Entonces, en plena confusión, irrumpió el rock’n’roll. Y de ahí hasta los subterráneos limeños no hubo mucho: ya se sabe que Leusemia hizo que los ciclos del rock en el Perú se aceleraran. Todos recuerdan el escándalo que solía acompañar a sus presentaciones en público. Y peor aún luego de la aparición de otros grupos que le siguieron los pasos sólo que acentuando la violencia de su música. Por eso la gente suele decir subtes igual bulla, igual contestación, igual gritos, igual lisura, empujadera, patadones, fo.

Curiosamente, es el propio Daniel F. –fundador de Leusemia– quien, una vez más, viene a dar la contra. Desde hace unas semanas está corriendo por el circuito rockero de la ciudad un cassette con doce temas compuestos, interpretados y artesanalmente grabados por Daniel, bajo el título de “Kúrsiles Romanzas”. Lo llamativo es que buena parte de la cinta lo ocupan inusitadas canciones de amor que en realidad son de desamor y soledad.

Del tipo de gorrita que el año 84 durante los conciertos se mandaba furibundas arengas sobre el escenario mientras el resto de leucémicos afinaba los instrumentos, he hallado hoy a un sonidista profesionalísimo al mando de una consola en el estudio de Aliro Zúñiga. Allí hace grabaciones y mezclas de todo tipo de música, aunque, a decir verdad, la mayoría es de ritmos andinos. ¿De dónde salieron estas romanzas, Daniel? Mira, a esto yo le llamo “Trash-Pop electroacústico” –me dice– y la temática más que romántica es intimista. Oye, pero ese airecito a lo Jacques Brel…

Sí, pero también Salvatore Adamo y Bruce Springsteen: Me gusta lo melódico, no lo meloso, lo que por supuesto no quiere decir que me deje de vacilar el black metal, el hardcore punk, el trash metal. Lo que hago es ponerle a ese pop que parece de los años 60 toda mi cochinada de paredes eléctricas rocanroleras, que ya son más contemporáneas.

Canciones con letras refinadas y de un lirismo que no por silvestre deja de ser envolvente, en algo emparentadas con el estilo de Bryan Ferry. Entre los pankekes se le escucha con estupor, pero también con inocultable fascinación, pues Daniel F. es una de las personalidades más respetadas (y odiadas) de los subtes. Los otros temas incluidos son algunos que no alcanzó a grabar con Leusemia y de hecho parecen de esa época.

Para conseguir la cinta hay que llamar al 522369 y preguntar por Augusto. Si desea tener un elemento más para (no) entender lo inclasificable de la movida subterránea limeña, termine ya de leer esta nota y corra hacia el teléfono más cercano.


Fuente: Malca, Óscar. La trova subte. En: Caretas. 25 de abril de 1988, p. 84.


9 de marzo de 2023

Micky Gonzales. Mi rock tiene un contenido político (1989)

 

Canciones en progreso, apreciaciones sobre la música, datos biográficos, entre otros, en esta conversación con el rockero Miki González durante la etapa de producción de su tercer larga duración Nunca les creí (Discos Independientes, 1989).  



Archivo hemerográfico de ANTENA HORRÍSONA


“Mi rock tiene un contenido político”

 Micky Gonzales graba su tercer long play


¿Qué diría usted honorable padre de familia, si su hijo viene un día y le dice: papá, quiero ser rockero?

No se asuste, tómelo con calma, apóyelo y algún día (si tiene talento), su hijo llegará a ser tan buen músico como Micky Gonzales.

Micky empezó tarde en la música, a los 18 años, pero tuvo el coraje de decidir. Hoy, a los 36 (años) tiene una gran fama, dos long plays buenísimos y se va por el tercero que ya está empezando a grabar. Rockeros, lean con atención y recorten esta página y llévenla a papá para que vea que esta música también la hace gente inteligente.

“Estoy aprovechando un descanso en la grabación para irme a una semana a Chincha, donde siempre voy y no estuve en la Navidad. Es una fiesta muy linda, zapatean cuatro días, es el folklore puro, la verdadera tradición de nuestro pueblo. La tradición se mantiene en muchos sitios aquí en el Perú, felizmente”.

Allí tienes muchos amigos.

Claro, allí donde la familia Ballumbrosio, que son los capos del zapateo.

¿Allí aprendiste lo inicial de la guitarra?

Guitarra aprendí con Lucho Gonzales (a los lectores interesados: si quieren saber quién es Lucho Gonzales, lean el próximo viernes a la misma hora y por la misma página la entrevista. Esto es un comercial), con Félix Casaverde y he estudiado con Carlos Hayre, pero era bastante mal alumno, sería injusto decir que fui alumno de él. Es un monstruo de la guitarra. En El Carmen no aprendí guitarra en sí, lo que pasa es que me dejaban tocar y acompañar a Amador Ballumbrosio, “unas pasadas Micky”, me decía, y siguiéndolo aprendí a tocar los bordones del zapateo.

(Micky está de muy buen humor. Aprovechando este exceso de confianza le lanzo esta pregunta estilo Tele-Guía. Todo sea por el periodismo, en fin).

¿Nunca te enamoraste de una negra de Chincha?

Varias veces. Pero es muy difícil enamorar ahí porque hay un prejuicio. El blanco va, las enamora, las embaraza y luego se manda a mudar. Aunque supongo que debo haber sido correspondido por alguna.

(¡Bravo! Se puede obtener una buena lección de una pregunta tonta, ¿ya ven? Pero sigamos con las preguntas serias). Tú has estudiado en el colegio Santa María que es un colegio para gente de clase alta. ¿No te sientes un descastado?

No, esa era mi clase, yo no lo escogí, lo escogieron mis padres pensando que era lo mejor para mí. Por mi condición social de burguesía estudié allí y compartí con mucha gente de alta burguesía, hacendados… (piensa, baja la voz) ¿Sabes quién estudió allí? El “Comandante Camión” Artaza y Javier Diez Canseco… hay de todo en el Santa María. Pero eso quedó atrás.

(Ahora sí rockeros, llegó el momento de todos esperado: Micky habla de música). ¿Tú has tocado “chicha”?

Nooooo, grabé una “chicha” porque fue un trabajo que me encargaron. Quedó muy bonito y lo incluí en el long play.

¿No hay manera de integrar chicha y rock?

Hay un grupo interesante de Juan Luis Pereyra, miembro del legendario grupo Polen, que se llama “Quispe” –que me parece un nombre excelente, ¿no?– y hacen una fusión. Ahora, no sé cuánto pueda pegar en momentos en que el rock y la chicha están perdiendo popularidad frente a la salsa.

La salsa erótica, además.

(En voz baja) Cojudeces… Eso no es salsa, no es nada. A mí me gusta mucho la salsa, Celia Cruz y eso, pero esa música no me gusta. Aunque yo no soy crítico y no puedo opinar.

(El periodista sí adopta la pose de crítico, mano a la barbilla, y lanza hipótesis). Esta salsa no suena muy auténtica que digamos.

Lo que pasa es que las palabras están tan trilladas… tan manoseadas que pueden llegar a ser un cliché (¡Ajá! Otra palabra trillada). ¿Qué es lo auténtico? ¿Los Hombres G son auténticos? Venden miles de discos, son ultrapopulares, ¿son auténticos o prefabricados? No lo sé.

Y a ti, ¿no te gustaría vender miles de discos, ser una especie de héroe popular? (Miren qué raro, el periodista pronunció unas palabras caso proféticas, escuchen).

(Se queda pensando). Tengo una canción que habla de eso justamente, una de las canciones nuevas del disco se llama “Héroe Nacional”, de repente le cambio el hombre a “Héroe Popular”. Buen dato, ¿ah?

Voy a cobrar regalías.

Bueno, después nos ponemos de acuerdo, si lo llego a usar te aviso, jajajá. Y justamente habla cómo todo esto es manipulado. Uno es un prefabricado. A mí me gustaría vender miles de discos, claro. Pero eso supone también que la gente estaría harta de ti. Si llegas a vender miles de discos es porque te han metido tanto que la gente ya está harta de ti. Pero claro que eso es mi trabajo, para eso compongo, para vender discos.

¿La crisis económica se refleja en tu música?

Sí, claro, tiene que repercutir. No me he detenido a analizar en qué afecta los tres paquetazos que hemos tenido. Sé que no hay trabajo, que los pasajes han subido. Hace poco estuvimos tocando en la rockola Susy de San Juan de Miraflores y esos muchachos tan vitales estaban totalmente apagados. El paquetazo había apagado a la gente. Yo no soy sociólogo, pero afecta.

¿Tu rock es socialista, contestatario?

Yo diría que es de contenido político, tiene una actitud política. A mí me han llamado a tocar en el aniversario del Partido Comunista y también he tocado para la municipalidad de Barrantes. No he tocado con el Apra porque no me han llamado.

¿Pero cuál es esa actitud política?

Creo que todos esperamos que el país cambie. Cada uno lo quiere hacer a su manera, pero creo que eso, las ganas de que cambie, es lo que puede ser identificable en todos. Así como está no lo queremos. Yo no lo quiero, por lo menos.

Ya somos dos, Micky.

 

Fuente: Quiroz, Roberto. Mi rock tiene un contenido político. En: VSD, La República, 27 de enero de 1989, p. 12.