Una nota firmada con seudónimo sobre los
grupos punk londinenses que aparecieron a mediados de los setenta y la repercusión de su música hacia otras latitudes.
Archivo hemerográfico de Antena Horrísona
Ruptura punkera contra el rock establecido
Hace ya diez años que el rock comenzó a respirar aires
nuevos, a levantarse de su letargo y a negarse a rendir culto a ídolos de
barro.
El nuevo rock llamado Punk, por el hecho de tener una
sólida base social (base que estaba integrada por la minoría del sistema social
inglés, cuna del Punk) tiene que ser valorada o repudiada, pero no ignorada.
Y es que el hecho de retornar el rock a las calles,
que en realidad es de donde salió, y de dar alternativas a éste trae consigo un
nuevo punto de vista generacional; uno de éstos es la autogestión que se puede
apreciar en la escena rockera local en el llamado rock nacional, en el hecho de
autoproducir grabaciones, conciertos, fanzines, etc.
Es así que aparecen como un vendaval, con tufo a calle
y como provocación a la sociedad, a los viejos rockeros y a la puritana, los punk
londinenses: London SS (conglomerado
de jovenzuelos punk de leves conocimientos musicales que luego formarían otras
bandas), Eddie ’n’ The Hot Rods (Eddie y
las Pichulas), Chelsea, The Damned (Los Condenados), Subway Sect (Secta Subterránea), The Swankers (Los Pajeros), que de
repente cambiaron su nombre por el más sugestivo de The Sex Pistols (Las Pingas, en jerga), grupo que dio más avanzada
en el novato punk rock, The Clash, The Stranglers (Los Estranguladores), The Buzzcocks, Eater, y en fin, toda una fuerza juvenil punkera.
En un momento de efervescencia, jóvenes inexpertos, en
su gran mayoría desilusionados y vacíos, encuentran eco y llenan ese gran hueco
que les había legado el partido conservador inglés. Se crean grupos de efímera duración,
aunque algunos más consistentes siguen en la vanguardia de hoy, como Siouxsie ’n’ The Banshees (Susi y los Mal Agüeros) grupo en el que llegó a
tocar alguna vez el occiso bajo de los Sex
Pistols, Sid Vicious, que se suicidó con una sobredosis de heroína.
Con todos estos ingredientes el Punk, que muchos creen
muerto, o lo consideran como “nueva moda” (la ingenua y bastante vacía “juventud
peruana”) se ha diversificado y es influencia para muchos en todo el mundo,
como en el caso del local Rock Subterráneo.
FUENTE: Antimanipulación. Ruptura
punkera contra el rock establecido. En: Asalto al cielo (13), 27 de julio de 1986, p. 14.
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