Piero Bustos, integrante
de Del Pueblo habla sobre la propuesta musical de su agrupación, definida como “música-barrio”,
imbuida por los sonidos y las historias que nacen en las esquinas de la urbe. El compositor se manda
con una crítica hacia algunos rockeros por un tema de autenticidad y
representatividad.
Archivo hemerográfico de Antena Horrísona
DEL PUEBLO:
Música
que camina por las calles
La imagen de
Wifala ha cambiado mucho en los últimos años y precisamente te presentas allá,
¿por qué?
Bueno, la verdad
es que Wifala es un local que está en nuestra historia. Cuando todavía no nos
habíamos aglutinado y éramos mangueros de Lima, frecuentábamos ese lugar porque
tenía cierto carisma, esto al margen de las discrepancias que teníamos y
tenemos con los dueños.
Este es un ciclo
de recitales exclusivo para solistas, me llamaron para que participara como
integrante de la nueva música que se está haciendo en Lima, pero con el grupo
que integro (Del Pueblo) hemos decidido tomar el evento para presentar la
música-barrio.
¿Cuál es el
criterio que tomaron para remarcar el término música-barrio?
Sin muchos
entretelones, te diré que nos identificamos con el barrio sin que esto
signifique que lo tomemos como modelo de vida. Reivindicamos las locuras que
caminan por todas las calles.
Ahora, si tú vas
por cualquier barrio vas a escuchar en una casa un vals, sigues caminando y de
otra sale un tema salsa, nunca falta el tipo en la esquina que escucha su rock
y el hermano andino que recuerda su tierra y escucha un huayno. El resultado de
vivir bajo este contexto hace que no reduzcamos nuestro panorama a un
determinado género musical sino que busquemos liberar toda la energía allí
presente.
Y ya que
constantemente están pendientes de las manifestaciones que se movilizan por la
ciudad, ¿qué hacen con el fenómeno chicha?
Simplemente lo
saboreamos. La chicha tiene un desarrollo particular, diferente al nuestro,
podría inclusive decir que es la verdadera música punk nacional, pues proviene de los sectores marginales. Y que
escuchen bien esto los Benito Lacosta, los Leuzemia y los Scuela Crrada, meros
seguidores de patrones de conducta que no tienen nada que ver con nuestra
realidad nacional.
¿Entonces, el
recital que preparan será una especie de manifiesto musical?
No tanto como
eso, será un reencuentro después de casi 4 meses de estar sobreviviendo y
desempeñando diversas actividades; el concierto tendrá dos partes bien
definidas, una con nuevas canciones y la otra será una especie de antología.
¿Del Pueblo Del
Barrio tiene algo que ver con ustedes?
Apunta, ese
grupo no tiene nada que ver con Del Pueblo, es más, no existe, como propuesta
porque todas las canciones que interpretan son mías, lo que ellos comercializan
es una imagen desfigurada de una cantatopera que se llamó “Posesiva de mí”.
Nosotros los
denunciamos públicamente como plagiarios e ineptos musicales, y aún más como
incongruentes comparsas de Arturo Ruiz del Pozo y Raúl Pereyra.
Si todo el
panorama es tan oscuro, ¿qué se está haciendo de relevante a nivel musical?
Inmediatamente
no se ve nada, pero creo que se está gestando un movimiento muy importante, en
el camino uno se encuentra con gente que hace arte auténtico y que no se
preocupa demasiado de resbalar o caerse, arriesgan.
En lo musical,
creo que hay que matar bastantes tendencias reaccionarias y snobistas, me
identifico con los chicheros y allí paramos de contar.
En lo poético
–porque lo musical tiene mucho que ver con esta corriente– es saludable la
vitalidad de Jorge Pimentel, Jáuregui y toda la gente de Hora Zero, de la nueva hornada que nos parecen importantes:
Santibañez, Ruiz Rosas, Mazzotti.
Sinceramente, en
la música hay mucho pan que rebanar y el grupo Del Pueblo asume plantear esa lucha.
FUENTE:
Del Pueblo: música que camina por las
calles. (12 de marzo de 1985). En: Marka, p. 18.
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