14 de abril de 2020

Los Prisioneros de Chile: Somos unos resentidos (VSD, 1987)


Luego de ver por estos días la serie “Sudamerican Rockers” (disponible en Youtube) basada en la historia de la banda de rock “Los Prisioneros”, recordé que entre mis cosas tenía una entrevista publicada en el diario La República con motivo de su primera visita a Perú.

Esta originalmente apareció en un fanzine de su país, en la época de su segundo disco “Pateando Piedras”. Responde la entrevista Jorge González, líder de la banda.




Archivo hemerográfico de Antena Horrísona







“Los Prisioneros” de Chile
SOMOS UNOS RESENTIDOS
Hoy y mañana estará presentándose en Lima este grupo iconoclasta que ha sabido llegar a los primeros lugares de ventas no sólo en su país. La siguiente entrevista –aunque realizada hacer varios meses, mantiene su fuerza– ha sido tomada de un fanzine subterráneo chileno: “LA PUNTA DEL CERRO”.

¿Se consideran artistas?
Somos demasiado no músicos para ser artistas. No nos interesa mucho serlo en el sentido tradicional.

¿Y cuál sería el sentido novedoso de ser artistas?
Lo novedoso estaría en lo que hacemos, en que hacemos lo que queremos. En este segundo disco –al igual que en el primero– grabamos todo lo que quisimos, las canciones y letras que quisimos y en el orden que quisimos. Por otro lado, nos subimos al escenario con el humor que teníamos cuando subimos. Además, nosotros no vivimos del aplauso. Durante mucho tiempo cantamos canciones desconocidas a gente que escuchaba un mal sonido; pero nos daba lo mismo que nos pifiaran o que no nos computaran. Sabíamos que eso iba a servir más que tocar un tema en la radio o en inglés.
La única clase de músicos que pueden aparecer en el tercer mundo, son tipos ricos que juegan a un estilo y después a otro. Aparte de nosotros, los demás son niños ricos.

¿Y ustedes creen que van a perdurar?
Nosotros sí. Consideramos que nuestro primer disco, al menos, ya es histórico, marcó época. Además, sin tener ninguna promoción ganó un disco de oro. Las canciones del segundo cassette son muy diferentes a lo que se hace en Argentina y en Chile, incluso en los Estados Unidos. Además tenemos un prestigio fuerte, somos un grupo serio.
No vivimos tanto de los hits, hay toda una ideología, un sentimiento y un estilo que la gente ha aprendido a valorar, sobre todo la gente que anda en micro.

¿Y por qué la gente que anda en micro?
Porque es como nosotros. Nuestros papás jamás han tenido auto. Los equipos que compramos vienen de la plata de las actuaciones.

Al parecer ustedes partieron como a préstamo…
Sí, y nos demoramos como un año y medio en pagar los instrumentos, además que cobrábamos re’poco. Cuando ya éramos famosísimos, cobrábamos 20 ó 25 mil pesos y llevábamos harta gente. Ahora estamos cobrando decente, 150 mil y a veces a porcentaje.

¿Y ustedes piensan seguir con productor para siempre?
Sí, claro, hasta cuando dure el conjunto. No vamos a estar como el ridículo de Charly García, con treinta y tantos años dando saltitos arriba del escenario.

Pero es su manera de expresarse
Claro, pero ya es pintar monos. O sea, sacar un disco entero sin ninguna idea como el Piano Bar. O el Phil Collins o todos esos ascos que andan por ahí.

¿A quiénes respetan ustedes?
A nadie.

En anteriores entrevistas han dado a entender que se  consideran marginales…
No somos marginales. Marginal significa un costado, una parte pequeña que está a un lado.

Pero también puede entenderse como salidos o surgidos de un marco marginal.
Ah, bueno, eso sí. Pero nunca tanto. En cuanto a los del circuito comercial, no creemos que nos haya atacado ni que lo vaya a hacer desde el momento en que editamos lo que queremos y decimos lo que queremos.

¿Y cuál es su posición frente a lo que ocurre en el país?
Pensamos que la situación es mala, más allá de lo que sea la crueldad y los asesinatos, es mala por el lado económico, es pésima.

¿Y transmiten eso en las canciones?
Sobre todo en el segundo cassette. Siempre en el trabajo nuestro hay una crítica al sistema capitalista.

¿Qué pasaría si los invitan a tocar a la Secretaría Nacional de la Juventud? (Organismo burocrático del gobierno militar, N de R).
Depende, si nos dejan cantar todo lo que queremos y nos pagan bien, ahí vamos. Yo creo que es mucho más válido ir a cantar a un montón de fachos las cosas que sentimos, que cantarles a un montón de hippies convencidos, como diciendo que nosotros los de adentro tenemos la onda y los de afuera son tontos.
O sea, nosotros vamos a decirle cosas a la gente que necesita oírlas y no a la gente que ya está convencida, como lo hacía el Canto Nuevo.

Ustedes parecen ser muy críticos hacia el Canto Nuevo (Movimiento chileno de música de protesta para intelectuales, N de R) y se han referido a “estos huevones que andan con poncho y charango y tienen su Mercedes”.
Es que el Canto Nuevo está muy lleno de ratones de conservatorio. La intención de ellos era buena, pero decirse esas entre ellos mismos no tiene nada de nuevo. Iban a lugares que estaban llenos de convencidos en vez de salir a la calle y hablarle a la gente en su lenguaje. Esa manera de escribir, esa poesía, esas metáforas, esa música intrincada, esos sellos… Y después pasemos a la pinta que tenían, súper Bob Dylan.

¿Y no piensan que eso correspondería a una época?
Pero para esas élites nomás, porque los tipos no querían llegar a la masa, les daba vergüenza que la gente común entendiera sus cosas, les daba asco la gente común; al final son falsos izquierdistas.

¿Pero se han molestado en escuchar o están hablando por las puras?
Hemos escuchado, pero poco. Vamos a seguir escuchándolos, pero no mucho. Por ejemplo, yo no sé cuál es Congreso y cuál Santiago del Nuevo Extremo, son iguales. Y si los veo en foto, apuesto que son iguales, tipos altos y con barba.

O sea que ustedes tienen un problema grave con respecto a la gente alta y las barbas…
Sí porque la gente alta y con barba son de la raza de los europeos emigrantes.

Pero eso no es culpa de ellos…
Bueno, no es culpa de ellos pero no por eso los vamos a perdonar.

Pero entonces ustedes son resentidos…
Y cómo no vamos a ser resentidos si vemos que el papá de uno gana mucho menos que cualquiera de esos imbéciles a los que les pagaron estudios universitarios y pianos y academias y cosas por el estilo. ¿Cómo no vamos a ser resentidos viendo que toda la gente está en un nivel mucho más inferior que los del barrio alto? El arte chileno siempre ha sido representado por el barrio alto; los pintores, los músicos, son puros huevones palteados que no entienden nada.

¿Es malo todo lo que hacen?
Todo es malo. Los pintores están haciendo unas pinturas súper europeas y antiguas, se quedaron con el Pop del 50.

¿Y en la literatura?
No sé, pero los apellidos de los tipos –Huneeus, Rosasco– cómo no va a dar asco leer esos apellidos. Ellos no tienen la culpa, pero que se queden callados, que se vayan a sus países de origen, que se queden en Europa, si no son chilenos ni europeos; igual que los escritores argentinos, son todos súper arribistas e intelectuales.

¿Encuentran a todos pésimos, menos a ustedes?
Sí. Pero si hubiera un grupo bueno lo reconoceríamos. Hay dos grupos aparte de nosotros: BANDA 69 y EMOCIONES CLANDESTINAS, son buenísimos. Curiosamente ellos tampoco tiene  equipos; ¿qué curioso, no? Porque los otros estúpidos son tipos a los que el papito les regaló el equipo. Y si se equivocaban, el papá les daba más plata para que se dedicaran a otra cosa. Mi papá ha estado cesante durante todos estos años y no puede hacer esa gracia.

¿Cómo están asumiendo la popularidad?
De la mejor manera posible. Nos estamos equipando porque queremos que la gente nos escuche muy bien. Y después, tocar donde queramos. Vamos a poder no cobrar si nos da la gana, ir a los colegios fiscales donde estudiamos nosotros.

FUENTE
Los Prisioneros de Chile: Somos unos resentidos. En: Suplemento VSD. 18 de setiembre de 1987, pp. 6-7. 

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